Cuestionar la polarización no es un acto de simple "buenismo", es que lo que se critica tiende y llega hasta lo irracional!!! y ya ni siquiera se corresponde con la realidad.
Si alguien por alguna razón entiende la polarización como una forma de elección racional (o cualquier otra definición razonable), o una que precisamente por serlo, por ser racional, no tiene por qué limitarse reducirse y circunscribirse a solo dos opciones prefabricadas de molde y que se aceptan en combo, sin cuestionarles nada y sin matices, entonces, no tiene nada de cuestionable.
Pero resulta que la palabra "polo" en sí misma define únicamente 2 extremos, como si solo dos opciones prefabricadas y de molde existieran en esta vida! y sabemos que eso no es cierto ni razonable y que es reduccionista.
La cultura oriental, si bien concibe dos polaridades en muchos aspectos no lo hace de forma dicotómica y maniquea, absolutamente contraria y hasta ENEMIGA, como pasa con la mentalidad típica de Occidente, donde oponemos muerte-vida, mente-corazón, razón-emoción, izquierda-derecha y mucho más.
En la mentalidad oriental se tiende a entender esa polaridad como algo en movimiento, algo vivo, o como en la corriente eléctrica que fluye de polo a polo, en un constante movimiento y por tanto, al fluir entre ambos, y esto es un añadido mío, claramente se contemplan los matices intermedios, el camino entre ambos... que es lo que determina el movimiento y transformación que está en la base de todo.
Es decir, no como una oposición mecánica o una lógica de bits binarios, apagado-encendido: 0-1 ó 1-0 (izquierda o derecha) y san se acabó, como pasa aquí en Occidente; sino como una oposición, digamos dialéctica (por esa lucidez en su planteamiento amo tanto la dialéctica), donde esa posibilidad entre ambos, que es la que permite el movimiento y transformación de las cosas, con una diferente cualidad, existe, resultando por tanto mucho más REALISTA y objetiva tal que aplica a varios niveles.
No quiero decir que exista un punto "medio muerto o medio vivo", sino que allá no se teme a la muerte como aquí, como algo catastrófico que se opone a la vida, sino como una transformación. Tampoco se opone el raciocinio y ser lógico a tener empatía o emociones, ni tampoco se asume que solamente se puede atender puramente al intelecto frío desprovisto de cercanía o consideraciones humanas o puramente a la sensibilidad y emocionalidad humana desprovista de criterio, como se suele entender a este lado del mundo. Aquí, o eres racional pero frío/desalmado o eres sensible pero ingenuo/tonto o manipulable. Así lo ve nuestra cultura pop. Allá no, por algo existe este concepto que también amo...A lo que voy es que igualmente de reduccionista es nuestra cultura en el ámbito político ideológico. Así que lo que cuestiono aquí es precisamente esa polarización ultrareduccionista, maniquea, simplona, dicotómica e irracional, esa puramente visceral que cree que solo dos opciones existen: «si no repites todo lo que dice mi bando eres automáticamente del bando contrario y "seguramente" apoyas todo lo que dice aquel» 🙄, es decir, para esa izquierda polarizada todo aquel que no repita a rajatabla los discursos de izquierda es automáticamente "neoliberal", "facho", "retrógrada", "n4z1" y demás motes que usan para la derecha; mientras que para la derecha polarizada, todo aquel que no repita a rajatabla los suyos es automáticamente "progre", "zurdo", "masista", etc., los motes que utilizan para referirse a la izquierda. Es decir, se pierden todos los matices, lo niegan, reducen y limitan la realidad a los polos y no al flujo, no al movimiento, no a la realidad vida sino a sus ideas preconcebidas, estáticas y maniqueas, y por demás está decirlo, irreales.
Y no se "radicaliza" hacia la virtud (ahí si quieren dígame "buenista" pero me parece chulo 🙌 que ese sea el horizonte y la brújula); sino hacia el vicio y por ende a la decadencia, y no me refiero a un "vicio" dictado por alguna religión o creencia particular, me refiero a uno que deshumaniza y/o instrumentaliza al otro solo para "ganar".
Y algo terrible y trágico es que que el ""éxito"" de muchos de esos grandes discursos polarizadores se mide precisamente en su capacidad de lograr una confianza cuasi ciega en ellos, en su ideología y en sus líderes (alejados de nuestra realidad y a los que poco o nada les importamos); mientras que su retórica se basa en promover, inducir e inculcar la desconfianza (y cosas peores) en nuestros semejantes (que comparten nuestros sueños, penas, dificultades y deseos), en quienes tenemos al lado incluso aunque nunca nos hayan hecho absolutamente nada malo, y hasta en quienes conocemos de añazos, todo, solo por su "ideología".
La sociedad está dejando de ver a las personas y solo ve etiquetas, símbolos y ideologías, así las ideologías están promoviendo prácticamente el deshumanizar y tratar como "enemigo" a quien piensa distinto.
Cuando el asunto deja de ser estar con una ideología razonable por el bien que sus ideas pueden aportar y traer y se pone a la ideología propia en paquete, sin matices ni autocrítica, por encima de las personas, de la racionalidad misma y hasta del bien que supuestamente busca, sin mediar ningún análisis de la realidad ni ninguna autocrítica y solo porque es mía. Ahí tenemos un problema.
Cuando la tal pasa a ser ya no un medio sino un fin, un asunto de autovalidación... cuando se pasa a creer que «yo estoy del lado correcto/yo no puedo estar equivocado» y entonces se busca, a como dé lugar, que "gane" la propia ideología (sin autocrítica, con sus sesgos y fanatismos incluidos).
Cuando no hay autocrítica ni pensamiento crítico, ni racionalidad sino visceralidad pura y lo único que importa es que gane "mi bando" por encima de cualquier cosa y solo porque «es mío y yo soy de los buenos», o si «tú no piensas exactamente lo que yo así que automáticamente eres de los malos» o «eres mi enemigo» (solo dos polos posibles), esa polarización es insana. Y peor si mal llevada por lo anterior se convierte, además, en un asunto de identidad: «yo soy la ideología» o «la ideología es todo lo que soy» o «si gana la ideología gano yo». Ahí un pantallazo sobre cómo la polarización no solo se vuelve insana sino que es, además, irracional!
Y lamentablemente, al parecer, todo lo anterior es lo que más abunda cuando hablamos de polarización, 2 polos y san se acabó, no hay más: eres "neoliberal" o eres masista; eres masista o eres racista; eres tutista o eres masista; eres progre o eres n4z1; estás con mi ideología o estás con todo lo malo e indecente de esta vida. 🙄🤦♀️
Así de reduccionista, así de simplón, así de falso y disparatado! Pero la realidad es muy distinta, tiene complejidad, tiene matices, y sin embargo tampoco es todo "relativo" como quieren algunos (los posmodernos, por ejemplo), existen hechos objetivos y decirlo ya es un matiz racional frente a ese relativismo.
En fin, la realidad es compleja, pero la polarización, a partir de su propia definición exclusivamente dicotómica la reduce, sobresimplifica, no la comprende y tiende hacia lo irracional y hacia el fanatismo, lo cual no solo es obtuso sino hasta peligroso 🤷♀️
Eso tampoco significa hacer apología a ser "tibio" entendiendo lo tibio como timorato, indeciso, pusilánime, NO! Se puede tener una posición clara y firme aunque no sea de las dos más populares, y se puede defender la prudencia y el anclaje con la realidad CON PASIÓN!!!
De hecho esa es precisamente la definición de la virtud de la que habla Aristóteles, el justo medio, pero a la vez un extremo!!! La realidad no es una simple dicotomía y san se acabó. En el punto medio y no en los extremos, no porque sea "relativa" sino porque es también racional. Y tanto no es relativa que a su vez es un extremo, aunque se ancla en esa racionalidad terrena de la prudencia (no del extremismo), pero ese apunta hacia principios trascendentes, superiores, como la verdad, no a los cuentos sesgados que nos cuentan las ideologías según sus propios intereses o su "líder/caudillo" de turno... "DIVIDE ET IMPERA".
Las ideologías, por sí mismas, no son garantía de nada si entre ellas no median los principios y la virtud.