domingo, 23 de julio de 2023

Sobre la promoción de los "valores" que sostienen al sistema

Venga la arena...

Uso aquí parte de un texto que en una situación imperativa escribí a alguien sobre este asunto, lo tenía rondando en la cabeza, constante y claramente, desde hace como un par de años, pero nunca me había puesto al caso de escribirlo hasta ese día, y veo ahora que era la hora, porque al respecto, se presentó luego la ocasión de escribir aun más, será para la siguiente entrada.  Disculpen mi feo léxico o sintaxis por ahí, que algunas partes, como digo las saqué de allí... ya lo editaré como se debe, pero siento la necesidad de publicarlo.

En fin, sobre el desbarajuste actual, he aquí el resumen bastardo de mi visión, sin introducción ni anestesia:

Timos y más timos para conducir y seguir conduciendo a la reproducción de un determinado sistema de "valores", mejor dicho antivalores dominantes, aquellos representativos del sistema inhumano, caótico, y roto en que vivimos; los valores típicos de la fase decadente de un capitalismo aberrante, disfrazados, por supuesto, de luz, espiritualidad, nobleza, reivindicación, intelectualidad, emprendedurismo, "desarrollo" personal y toda suerte de fuegos fatuos al servicio de ese mismo "orden", desorden, mejor dicho.  A qué antivalores me refiero como aquellos que se promueven a toda máquina? al RELATIVISMO desmedido que deriva a su vez en un cuasi solipsismo, o peor, un  ULTRAINDIVIDUALISMO.  

  • Relativismo entendido como un todo vale, porque todo depende, no existe la verdad, entonces, todo está permitido "todo me es lícito inclusive pasar por encima de ti y tus derechos"; todo depende por tanto todo es válido, la verdad no existe sino solo los puntos de vista, tal que, peligrosamente, si se pierde la noción de verdad, hasta la justicia podría fácilmente terminar siendo manipulada y perdiendo sentido.  
  • Y ultraindividualismo, que no es lo mismo que individualidad (personalidad, gustos, intereses, capacidades, pensamiento, inclinaciones propias) entendido como ese egocentrismo apabullante: yo, yo, yo y mi "libertad", inhumanidad y quemeimportismo para pasar por encima de lo que sea y de quien sea, es más, "si te pisoteo tú eres el culpable y tú te lo buscaste por flojo, por tonto, etc.",  es mi libertad así que hago lo que me da la gana aunque te pisotee y pase por sobre tus derechos, y si sufres, sufres porque quieres.  
Así se mantiene, a grandes rasgos, el statu quo decadente en que vivimos, y se solventa todas sus precariedades y aberraciones culpabilizando a las personas y eximiendo al sistema.   Sí, ahora el individuo es culpable de TODA su situación, siendo que es el sistema el que lo enferma, lo explota, lo abusa, lo violenta y lo usa como objeto, como un objeto/engranaje de su inhumana maquinaria de producir y hacer consumir, sin contemplar siquiera su dignidad. 

De la misma manera que ese sistema MIENTE al decir "el pobre es pobre porque quiere", introduce la narrativa de "el enfermo está enfermo porque quiere", el violentado es violentado porque se lo buscó, etc.  Todo esto lo he escuchado decir tanto últimamente que en verdad me da náuseas: en el caso donde un joven golpeaba a su anciano, en el caso de una mujer abusada sexualmente, en el caso de una enferma con atrofia, en el caso del atentado que se cometió en contra de Amparo Carvajal (sí, escuché y leí a más de uno decir esto sobre el abuso y vulneraciones cometidas en contra de Amparo, aunque felizmente sí hubo personas conscientes que estuvieron apoyándola hasta que abandonó la sede de la APDH.  Y es que, al parecer, para los "bandos" radicales enfrentados en mi país, el respeto y resguardo a los derechos de las personas de una ideología diferente a la suya no conllevan ningún imperativo, sí,  solo por no pertenecer a la suya, que es para cada caso, según ellos "la buena"), en el caso de los asesinatos, violaciones, desapariciones y abusos por parte de las dictaduras militares entre los años 60-80; hasta ahí lo que recuerdo...  ¿En serio seré solo yo que las ha escuchado tan seguido? Sinceramente lo dudo, así de "civilizados" estamos, y así de encarnizadamente se ha metido la inhumanidad en nuestra mentalidad como sociedad.

Y esa parece ser justamente la intención al implantar esas ideas, eximir de responsabilidad al sistema podrido y su mentalidad y antivalores inhumanos y eximirnos a nosotros de nuestra humanidad, abstraernos de ella.  

Esto ya lo toque antes, pero si supieran lo desgarrador que puede ser para una persona enferma que vive luchando a pesar de su enfermedad y poniendo todo de su parte cada día, con el espíritu fuerte para no desfallecer, que de pronto alguien le diga "estás enfermo porque quieres, porque no piensas bonito, porque no vibras alto, es tu culpa, si quisieras estar sano lo estarías, solo tienes que visualizarlo, deja de hacerte a la víctima", y es lo que lamentablemente se escucha también tan a menudo.  Esa mentalidad irracional de "sé positivo/piensa bonito y el universo conspirará a tu favor" se ha tomado todo, como un cáncer, y ahora se considera tal falacia prácticamente un axioma de la vida.  No se imaginan cuánto daño pueden hacer esos juicios aun si son dichos con intención de ayudar (de buenas intenciones está empedrado cierto camino) y es que además del dolor físico y de echarle todas las ganas del mundo, a pesar de eso, se suma el dolor emocional de que además de todo le digan que está enfermo por gusto, por idiota (no se mueren los enfermos, se mueren los gilipollas, diría cierto "gurú espiritual" fundador de prácticas de pacotilla, y sectarias, además) y que es su culpa.   Lo mismo se le dirá al pobre, al que no tiene que comer, o al niño que nació en condiciones lacerantes para sus derechos, sin acceso al agua, salud o educación.

Esa mentalidad simplona e inhumana solo refleja los valores ultraindividualistas de este sistema decadente y aberrante, por eso sus productos culturales tienen que llevar ese mismo sello, esa marca,¡por ella se los reconoce!

Y así llegan los productos culturales prefabricados más mainstream, productos de consumo disfrazados con ropajes atractivos y supuestamente ", "antisistema", "anti statu quo", etc.:

  •   Está por ejemplo la  "espiritualidad" New Age, un objeto más de consumo y se lo venden a personas sedientas y en búsqueda de un camino espiritual, ante la caída de las religiones tradicionales que ya no llenan a ese individuo moderno desencantado que decretara simbólicamente  "Dios ha muerto".  Esto deriva en el adormecimiento funcional a través de la complaciente idea del supuesto "despertar de la conciencia", en el ego inconmensurable de los nuevos "iluminados" llamando a medio mundo "dormidos" u "ovejas del sistema", a toda suerte de teorías de conspiración absurdas y hasta peligrosas o al también peligroso uso y abuso de narcóticos (como en la era hippie) para supuestamente inducir el "despertar", incluso con graves consecuencias neurológicas para quienes las usan.
  • Mientras, por otro lado, surge la cultura del coaching, la mentalidad propia del "Tiburón", del "quieres ser tu propio jefe?" etc., se la venden a través de libros de "autoayuda", conferencias millonarias y "empresas" piramidales, entre otros a personas necesitadas con desesperación de dinero o a aquellas que ponen en el dinero todo su enfoque.  Esto deriva en estafas, en la dictadura de la "felicidad" o del pensamiento positivo (en el sentido edulcorante falso y "optimista") que solo genera más problemas al invalidar o negar emociones humanas, ocultarlas por vergüenza, temor al rechazo o al señalamiento como "tóxico", porque como en el Mundo Feliz Huxleyano, siempre "hay que" estar feliz.
  • Finalmente, está el posmodernismo, vendido a aquellos obnubilados por la supuesta intelectualidad de sus postulados intencionalmente enrevesados, llenos metáforas "científicas" (sacadas de contexto de las ciencias puras, malentendidas y tergiversadas al punto que es claro que ni sus propios autores, quienes las usan, las entienden realmente), llenas de neologismos absurdos y circunloquios, ah sí, los prefijos inútiles y palabras insulsamente usando guiones y paréntesis por doquier, no pueden faltar; además de los postulados que se venden como "filosofía", supuestamente, muy nobles y revolucionarios.  Esto deriva al final en nada más que una revolución prefabricada y enlatada, una receta elaborada, vendida y financiada por el propio sistema sobre cómo ser un "buen revolucionario antisistema", y que, obviamente, que termina afianzando sus propios valores de manera solapada.
En los tres casos, curiosamente, todas esas corrientes son megarelativistas y ultraindividualistas, son todas también caóticas, desestructuradas y desnortadas, cada una dedicada a un determinado público objetivo.  Todas "coincidentemente" son también un batiburrillo de creencias y postulados inconexos, sacados de contexto y contradictorios entre sí; todas, son productos culturales de consumo y, con todas ellas, se tiene todo el espectro de necesidades y aspiraciones inmediatas bien cubierto y manipulado, con sus seguidores eficazmente ideologizados en los mismos y aberrantes valores que el sistema necesita y promueve.  Nada de eso es ni puede ser simple, llana e inocente "coincidencia".

Los tres productos reproducen los antivalores del sistema disfrazándolos de espiritualidad, espíritu emprendedor e intelectualidad, respectivamente.

"Tu culpa si te abusan, si te explotan, si eres pobre, si estás enfermo, no es mi problema, si estás en esa situación es porque quieres, porque no vibras alto, no piensas bonito, no trabajas (aunque trabajes); yo no sufro porque no quiero, por tanto soy más "espiritual/emprendedor/inteligente/noble" que tú; mientras tú, solo un ser dormido/caído/flojo/idiota/facho/progre, según el caso, y se acabó".  Sí, ese es el mensaje principal: "Tú  y solo tú eres culpable de tu situación, no el sistema que te enferma, te explota, te abusa y violenta, (y sobre todo te ideologiza para que no lo notes) por supuesto que no".  En esa mentalidad no existe posibilidad alguna de empatía, de apoyo mutuo real, de cooperación.

Así es como se presenta, reproduce y funciona este mecanismo de manipulación masiva ultraindividualista y relativista para culpar al individuo de todo aquello que está mal en el sistema y en la realidad en que vive, eximiendo al sistema y a quienes hacen daño del daño que hacen.

Y no lo saco de mi cabecita solamente, no!, existen carteles, testimonios y otros donde se ha visto claramente que oenegés, ahí vamos a dejarlo, así como promueven las ideas posmodernas, promueven y auspician también a organizaciones pseudoespirituales que deberían ser catalogadas directamente como sectas en su sentido más peyorativo, no porque yo tenga algo contra la espiritualidad, que no lo tengo, en absoluto, sino por las prácticas eminentemente coercitivas que se desarrollan en esas organizaciones. Sí, promueven todo aquello, ideas posmodernas, como todos sabemos, así como también peligrosas prácticas peseudocientíficas, encuentros New Age y de coaching.

Espiritualidad de consumo, desarrollo personal de consumo, intelectualidad de consumo, tal cual la industrialización y serialización de las ideologías y la cultura como lo describía y denunciaba Frankfurt (que no, NO es precursora del desbarajuste posmoderno actual, como tan a menudo y erróneamente se tiende a creer; para esto tengo otra entrada pendiente).  Las tres son, finalmente, imposturas: imposturas espirituales,  imposturas de desarrollo personal/emprendedurismo e imposturas intelectuales, como bien definió al posmodernismo Alan Sokal, desenmascarando su falsedad.  Y esa impostura es el fuego fatuo con el que TODAS ellas obnubilan.   

Estamos ante una crisis de valores, pero nos mantienen bien ocupados peleando, por ejemplo, libertarios vs "socialistas" del siglo XXI.  Sí, porque como remate, la ideología dominante maneja, además, las dos opciones "en boga", o si quieren, las dos líneas ideológicas más básicas, izquierda y derecha, para implantar esos mismos "valores", la misma mentalidad en ambos bandos, sí tanto la derecha como la izquierda ha abrazado también esos valores relativistas y ultraindividualistas, y mientras hacen que nos peleemos entre nosotros, ese sistema implanta feliz y contento, sin oposición de peso alguna lo que se le antoja, disfrazado de supuesta reivindicación, nobleza y justicia social, riqueza, despertar de la conciencia, lo que quieran y más les agrade, haciendo creer en a la gente que tiene la sartén por el mango para contenerlos y mantenerlos felices en esa ilusión, como en el Mundo Feliz Huxleyano, donde todos creían ser felices solo porque se les había condicionado a creerlo.

"Las tendencias totalitarias de la sociedad unidimensional hacen ineficaces las formas y los medios de protesta tradicionales, quizás incluso peligrosos, porque preservan la ilusión de soberanía popular." (Marcusse, 1954:285),  Frankfurt.
Al final, sea como sea, por los medios que fuere, el asunto es promover los antivalores fundamentales para el funcionamiento de este sistema, para que siga operando como si nada, es decir, promover el combo de ese RELATIVISMO del "TODO VALE", porque "TODO DEPENDE" (de la conveniencia y los intereses propios), sumado y asentado todo eso en un ULTRAINDIVIDUALISMO fundamental.

Ese combo aparece ya sea servido en charola de oro a la izquierda a través de una linda pinta de "reivindicaciones sociales" (pero es solo pinta, aunque la causa sea justa) y relativismo posmoderno que es la base real del mal llamado variopinto, enrevesado, inconsecuente consigo mismo, ese conglomerado de ideas contradictorias entre sí conocidas como supuesto "marxismo cultural" o, por el otro lado, servido en la misma reluciente bandeja a la derecha a través de los valores ultraindividualistas y liberales que ya conocemos.  En cualquier caso, "todo vale".
 
Al final, como sea, tanto si eres de izquierda como de derecha te taladran cabeza con esa mentalidad relativista y ultraindividualista con la que al final todos (o casi todos) terminan abogando, sea en el terreno económico o social, por esas sus "libertades individuales" aun si al exigirlas pasaran por sobre los derechos de otros.  

Así se pinta todo, como una crisis completa de valores donde todos creen derecho a todo pero no responsabilidades sobre nada ni mucho menos un ápice de empatía, escribirlo hasta sonará ridículo para aquellos, me parece, ¿cierto?; simplemente no se les antoja respetar los derechos de otros que porque eso disque "viola su libertad" (y lo he escuchado así de textual y literal! así de desubicado está el mundo). Una total crisis de valores inducida, a eso se resume, para mí.  Ahora a nombre de "libertad" todos, izquierda y derecha pretenden hacer lo que se les da la gana, aunque con ello pisoteen a otros y, para colmo, los que no se dejan pisotear, dependiendo de quién los atropelle, son tildados INJUSTAMENTE, ya sea en un caso de resentidos sociales, envidiosos, vagos, zurdos, etc. o de todofóbicos, discriminadores, fachos, retrógradas, etc. en el otro.  Así no se puede!

Ese supuesto "despertar" y esa "revolución" enlatada que tenemos no es en absoluto un incordio para ese sistema, al contrario, le es más bien funcional porque mantiene a las personas  adormecidas en la ilusión de tener el control (como hicieron los Estudios Culturales al indicar que los medios no manipulan a las personas, sino que estas son tan críticas y juiciosas que son ellas las que ejercen control sobre los medios, ¡tamaña mentira complaciente! teoría luego tomada por las mediaciones de Barbero de la Esc. Crítica Latinoamericana), pero eso no es cierto, basta mirar cómo estamos de quebrados y desorientados como sociedad.  Es una "revolución" diseñada, promovida y vendida por el propio sistema, y la receta se la creen y se la compran.  

Es la razón por la que las teorías conspirativas están de moda, cada una más enrevesadas y absurdas que la otra, y sirven para tapar las verdaderas conspiraciones, aquellas de las que prácticamente nadie habla, algo tan alejado de la basura de supuestas "conspiraciones" que son un boom en Internet.  Lo mismo pasa con los movimientos progresistas, han cometido tantos exabruptos, han hecho tantos performances, tanta pantomima y con tanta algarabía y cobertura mediática que aunque mucho de lo que denuncian sea cierto, sean problemas estructurales serios y de fondo (racismo, discriminación, machismo, violencia contra la mujer, depredación sin control de supuestas áreas protegidas, etc.), por causa de sus desatinos (por decir lo menos) y la exacerbación de las formas por sobre la esencia, la razón de ser e importancia de cualquier causa que puedan sostener, ante el ojo poco crítico, termina siendo también encubierta, relegada a un segundo plano o directamente negada, como si el problema directamente no existiera.  Y lo mismo pasa con la espiritualidad, la New Age ha cometido también tantos exabruptos,  creado sectas coercitivas, abusado de narcóticos, etc., que buena parte de la población que presta atención a ese tipo de fenómenos, tiende a creer que el problema son las prácticas espirituales, cualquiera de ellas, cuando el problema es otro.   Así las causas, la dimensión espiritual, o la denuncia de conspiraciones quedan desactivadas, solapadas por su versión light funcional al sistema.

Gramsci, en el tomo III de sus "Cuadernos desde la cárcel" denunciaba cómo la ideología dominante puede adquirir atributos o valores culturales de su adversario para absorberlo y desactivar su emancipación.  Es decir, la ideología hegemónica tomaría valores culturales con los que la clase dominada se identifica y los tergiversaría a su favor, de esta manera, las grandes masas terminarían apoyando y alimentando esa hegemonía de clase que los relega, y lo haría voluntariamente, sin siquiera darse cuenta de lo que está haciendo, porque previamente, mediante la propaganda, habría creado artificialmente la opinión pública favorable para implantar tales ideas.  Así, la ideología dominante sería dominante no solo por la fuerza y ante la resistencia del pueblo, según Gramsci, sino que lo serían con la venia y aplauso del propio pueblo dominado como si tales valores (que la ideología dominante quiere imponerle), fuesen una reivindicación suya y que además indica en su tomo V, los tendría tan internalizados que actuaría "por cuenta propia" (manipulados, claramente), como legisladores, es decir, colaborando con el propio sistema, fungiendo ellos mismos como un mecanismo de control para que tales valores se cumplan, reproduzcan y permanezcan.

"El máximo de capacidad del legislador se puede deducir del hecho de que a la perfecta elaboración de las directivas corresponde una perfecta predisposición de los organismos de ejecución y verificación y una perfecta preparación del consenso "espontáneo" de las masas que deben "vivir" esas directivas, modificando sus propios hábitos, su propia voluntad, sus propias convicciones conforme a estas directivas y a los fines que estas se proponen alcanzar. Si cada uno de nosotros es legislador en el sentido más amplio del concepto, cada uno sigue siendo legislador aunque acepte directivas de los otros, y ejecutándolas controla que también los demás las ejecuten; habiéndolas comprendido en su espíritu, las divulga, casi haciendo de ellas reglamentos de aplicación particular a zonas de vida restringida e individual.” (Gramsci, t.V, 1985:107)

lo mismo apuntaría Bauman (2007:73)

“Nos brinda un ejemplo de primer orden de ese proceso que Thomas Mathiesen recientemente ha descrito como "silenciamiento silente": utilizar la estratagema de la "absorción" para cortar de raíz el disenso y la protesta que el sistema genera y esparce, lo que significa que "las actitudes y acciones que en principio son trascendentes" -es decir, que amenazan al sistema con una explosión o implosión- "se integran al orden imperante de modo tal que sirvan a los intereses dominantes.  Así la amenaza para el orden imperante queda desactivada".  Y yo agregaría: también son convertidas en fuente inagotable de recursos para el mantenimiento y la reproducción de ese orden”.

Y todo esto, como decía párrafos arriba, mediante la industrialización de las ideologías, tal como denunciaba Frankfurt, para venderlas como un producto de consumo y obvio, principalmente, como es claro, de ideologización.  
"Como el n4z1sm0, la sociedad de masas se caracteriza por la industrialización de las ideologías (los sistemas de ideas) y de las conciencias. En el n4z1sm0 ese proceso de industrialización era llevado a cabo por el partido-Estado. En la sociedad de masas, es realizado por el mercado y, en especial, por las industrias culturales. Para Adorno y Horkheimer [Frankfurt] no podría hablarse de industrialización de las ideologías y las conciencias en la época contemporánea sin un previo proceso de industrialización de la cultura. Así, por la industrialización de la cultura, ésta deviene falseada, arrancada de su origen y sentido, sometida al marco de la ideología y convertida en mercancía. Surge de este modo, como resultado de la industria cultural y en el marco de la sociedad de masas, la pseudocultura, es decir, la no cultura con apariencia de cultura, la superestructura ideológica de la sociedad industrial que permite que los individuos adquieran los conocimientos necesarios para la eficacia en la sociedad industrial, pero neutraliza mediante mitologías y emociones su capacidad crítica” (Aguado, 2004: 183)
A propósito de todo lo expuesto, ¿qué les hace pensar esa frase final sobre "neutralizar la capacidad crítica mediante emociones"?  ¿No concuerda acaso todo demasiado bien? 
Y un apunte, adelantándome al siguiente post: obviamente es absurdo que Frankfurt sean "los padres" o artífices precisamente de aquello que toda su vida denunciaron y combatieron, tal como se muestra aquí. Y otro dato, eran continuadores de Marx, y no, NO apoyaban, sino CUESTIONABAN y DENUNCIABAN esa industrualización de la que ahora se sirve el posmodernismo (que curiosamente defenestraba a Marx, y no, no fueron sus "continuadores" como se cree) traído a Latinoamérica a través de los Estudios Culturales (aunque no hayan aceptado ese nombre, incluso la Teoría de las Mediaciones latinoamericana es una calca de la Etnografía de las Audiencias de Hoggart de los Estudios Culturales de Birmingham.  Ahora, tiene sentido buena parte de lo que se les achaca a Marx y a Frankfurt injustamente?, y no lo digo por "defenderlos", sino en un simple ejercicio de apego a la verdad, a lo que realmente sostenían y lo que no).

 

Nos quieren romper, romper los lazos de comunidad, lo que tenemos de humanos, de empáticos, esa noción de colaborar y también de cuestionar al sistema incluso sin que nos demos cuenta. Por eso sus "valores" son ya parte de la cultura POP.  Pueden comprar sus productos si quieren, pero como humanidad, creo sinceramente, no deberíamos permitir que nos quiebren y rompan  de esa manera los lazos de humanidad que nos unen. 


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Fuentes:

AGUADO, Juan Miguel. (2004) “Introducción a las Teorías de la Comunicación y la Información”, España, pp.180-186. 

BAUMAN, Zygmunt (2007) “Vida de Consumo”, Ed. Fondo de Cultura Económica, Primera edición, Buenos Aires – Argentina

GRAMSCI, Antonio (1975) “Cuadernos de la Cárcel”. Ed. Rea.  México D.F., México

MARCUSSE, Herbert (1954) "El hombre unidimensional". Ed Ariel.





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