viernes, 22 de marzo de 2019

La decadencia de occidente (y no soy "posmo")

Les invito primeramente a revisar una entrada pasada a modo de contextualización o plano introductorio a lo que voy a escribir...


Es curioso que una sociedad que últimamente tiende a abrazar cada vez más ciertas ideas posmodernas como la  destrucción del mito, es curioso y además irónico que justamente esté cayendo en una exaltación de todo nuevo mito de forma tan acrítica, es decir, a nombre de esa supuesta destruccción de viejos relatos (que han terminado en una ensoñación casi romántica por mitos aún más antiguos y por una especie de nostalgia por el pasado) y deconstrucción de la realidad misma han llegado a adoptar casi automáticamente todo nuevo microrelato o mito, no en un ambiente de pluralismo como postulaba originalmente esta corriente, sino de una forma casi absoluta y hasta se podría decir casi dogmática y hasta fundamentalista.  Así, quien no se adscribe esas nuevas y contradictorias creencias fácilmente puede ser tildado de retrógrada, ultraconservador, oveja del sistema, ser dormido, etc., sin necesariamente ser ni conservador, retrógrada ni ninguno de tales apelativos peyorativos.  Se da entonces por hecho que toda idea nueva o  fuera de lo común debe ser igualmente aceptada, como si toda idea extravagante por muy infundada que sea esta, fuera necesariamente propositiva, como si representara alguna revolución del pensamiento, o significara automáticamente alguna suerte de progreso.

Y eso atrae.

El progresismo posmoderno y la espiritualidad light (enlatada, precocinada y lista para "usarse" como producto de consumo),  son como dos caras de la misma moneda, ambas aparecen en medio de este siglo de vacío existencial, consumismo y donde la tecnología y telecomunicaciones aun con todos sus méritos, o mejor dicho, el uso que se hace de ellas, ha terminado sepultando las comunicaciones interpersonales reales.  Ambas posiciones parecen carecer hoy de fundamento sólido (de hecho se jactan y enorgullecen de abolir el uso de la razón) y para endulzar aun más la cuestión, ambas te pueden hacer popular en cuestión de segundos y sin despeinarte siquiera.   

Tal vez por eso es tan fácil y atractivo subirse al carrito,  por eso tan fácil seducir personas que, no dudo de sus buenas intenciones, pero caen cual incautos.   Y eso claro, sin contar además con lo fácil y atractivo que resulta el hecho de que de pronto cualquiera puede convertirse ahora en un pensador ultra intelectual (sin leer siquiera), único y diferente (aunque  se adscriba religiosamente a los dogmas y copia al pie de la letra los comportamientos del "movimiento"),  en revolucionario (aunque les vendan la supuesta "revolución" enlatada, de hecho, hoy lo revolucionario es ser crítico con esos movimientos que más  parecen sectarios y adoctrinados), en un Social Justice Warrior y paladín por la tolerancia, igualdad y la paz (aunque puede ser totalmente intolerante, violento y cruel con quien hiciera alguna observación crítica o cuestionamiento hacia los postulados de su movimiento) y sobre todo porque eso lo convierte de la noche  a la mañana en un ser especial, "espiritual", y parte de los escogidos "seres despiertos" que  son los únicos que  ven los hilos invisibles que  controlan el mundo y conocen las verdades ocultas del universo  (porque lo vieron en YouTube), y cuya "noble" misión es la de "despertar" a las ovejas del sistema  y demás seres dormidos como tú o como yo llevando el "evangelio" de "El despertar de la consciencia" (me recuerdan a algunos predicadores cristianos que condenan a todo aquel fuera de su credo particular, ni siquiera dentro del cristianismo se soportan, distintas religiones se descuartizan, creyendo ser parte del único pueblo escogido que  posee la verdad absoluta).  Estos nuevos seres espirituales actúan como el típico fanático religioso, lo irónico es que  odian la religión y su fanaticada.    Díganme si todos esos beneficios (los que están en negrilla) adquiridos de pronto y sin esfuerzo no son suficientes para que  cualquiera y cada vez más y más se adscriban a ese tipo de movimientos tan prostituidos...  es triste, pero sigue siendo fácil, atractivo y cumplidor.

Y en este punto hacer una aclaración no está de más, dadas las circunstancias en que se desenvuelve hoy el uso del la capacidad reflexiva/crítica y del libre pensamiento.  Al decir que carecen de fundamento NO me refiero a que no exista una causa justa común en sus consignas generales, no implico en absoluto que no vivamos en medio de una sociedad racista, machista, superficial, meaterialista (no en el sentido de la corriente filosófica sino en el de apegada a los bienes materiales) ni implico en absoluto que sea correcto discriminar o pisotear a los demás.    Promover la justicia, tolerancia,igualdad, etc., es justo y necesario, pero no basta promover aquello con la boca y actuar a la inversa.  Es así que la carencia de fundamento de que hablo viene primero de lo evidente de ese tipo de contradicciones entre lo que se dice que se promueve y lo que se hace para conseguirlo y, en segundo lugar, me refiero a ciertas ideas, métodos y actitudes que manifiestan tales movimientos, y que lejos de representar alguna causa justa son simples dogmas que no están basados ni en estudios académicos serios ni en teóricos sociales, ni siquiera en la observación objetiva y honesta de la realidad.  Muchas de esas concepciones de tales movimientos están basadas consensos internos, preconceptos y dogmas, así como quisquillosidades extremadamente exaltadas y viscerales  que no vienen al caso si somos serios y consecuentes con la persecución de un objetivo real y justo como lo es la lucha contra la discriminación y otros tantos tipos de injusticia que pululan en nuestro entorno cercano y lejano. 

Retomando el discurso principal, hoy está sucediendo lo impensable y lo peor, a nombre de supuesta "revolución del pensamiento"  o de despertares espirituales, el "progresismo" posmoderno y/o la manipulación atizada sobre todo por YouTube y las redes sociales está haciendo de las suyas!  Por otro lado, los movimientos antiprogresistas, tan acríticos como los mismos progresistas que  tanto cuestionan, acaban por asumir posiciones totalmente contrarias avalando el avasallamiento de los DD.HH., por ejemplo, solo para dar la contra a los primeros... Un ejemplo curioso se dio en mi país con el alegato de una senadora de oposición "prefiero una dictadura de botas que una de ojotas" alegó ella en sus redes sociales recibiendo el aplauso y reacciones calurosas de mucha gente opositora al gobierno de Morales de tendencia (disque) progresista.   Pero un momento, ¿o sea que para ella el problema está en las ojotas? (abarcas que ni siquiera existen en el entorno criollo del mandatario)  Vaya manera de disque defender la democracia, mientras para mí el problema es su gobierno autoritario y de claros tintes dictatoriales, aquella "defensora de la democracia" al parecer no tendría problema es soportar una dictadura mientras esta venga de la típica derecha. ¿WTF??? las botas o las ojotas no hacen ninguna diferencia, aquí el problema es otro, pero ahora por ir en contra de ese gobierno dictatorial autoproclamado como progresista se avala de lo lindo la dictadura pero del otro lado.  ¡Qué lindo, sí, belleza!!!  Así de ridículamente polarizada y acrítica se revela nuestra sociedad.  Al respecto les dejo esta entrada.

Increíble realmente que llegue hasta esos niveles, no me extrañaría por ejemplo que dentro de no mucho las mallas curriculares que han adoptado ya claramente ciertas tendencias posmodernas que proclama el progresismo actual, terminen incluyendo este tipo de contenidos acríticos, ya sea de derecha o de izquierda.   

Así se ve parte de la decadencia de occidente...

Retomando la idea por la que empezó este post, esa decadencia se revela también en que, a falta de un sentido existencial, se busca reemplazarlo con un poquito de interesante, extravagante y autocomplaciente conspiranoia -sí, porque existe ya un notorio movimiento de personas alrededor del mundo que creen ser parte de los pocos seres especiales que son capaces de ver los hilos invisibles que mueven al mundo, que  sólo unos pocos elegidos conocen las verdades ocultas del universo, claro, tan ocultas que se venden como pan caliente en Internet-.  Triste desenlace, hoy, permeando incluso dentro de ese sistema que los propios conspiranoicos creen combatir.
"La post verdad, y las teorías conspirativas tienen su máximo exponente. Los terraplanistas: Si, leíste bien. Gente que cree que es mentira que la tierra es redonda. No me extraña que exista este grupo de gente. Se van agrupando, y retroalimentándose, como muchos fanáticos lo hacen con la política, la religión etc.
Ahora que un municipio ponga a disposición terrenos municipales, es ya algo que me hace terminar de tener algo de esperanza por la especie humana."  G. S.

Pero eso no es nada todavía, en verdad.  Desde el feminismo, una de las caras del progresismo posmoderno, ya se pelea por ver el aborto como un acto de empoderamiento y reivindicativo de la mujer.   En este contexto, la vida del embrión no significa nada porque no se ha desarrollado y supuestamente por eso no es humano y no tiene relevancia.  Ah, pero la ideología de género, otra manifestación del mismo progresismo, toma ese mismo embrión como algo muy relevante, pues es una clara muestra de que en el inicio de la vida no existe diferenciación sexual entre un hombre y una mujer.  Listo, entonces, ¿la vida del embrión es o no relevante dependiendo de la idea que van a defender? Sí, porque la corriente que engloba a aquella que ennoblece artificialmente al aborto resulta que es la misma que abraza la ideología de género según la cual biológicamente no existe diferenciación sino que todo es un constructo social, ambas corrientes hermanadas (y que chocan con respecto a la importancia del embrión como vida humana) están bajo la tutela posmoderna que considera que la verdad simplemente no existe, y que la realidad entera no va más allá de un mero constructo social.  ¿Se pondrán de acuerdo sobre si la vida del feto tiene o no relevancia dentro de su contradictorio cóctel de ideas prefabricadas por movimientos que no consideraron contradicciones elementales y de base como estas?  Lo dudo.

¡Y ojito de nuevo! No tengo absolutamente nada en contra del homosexualismo, cada quien hace con su vida íntima y sexual lo que mejor le parece  y no por ello tendría que perder los derechos que tiene cualquier heterosexual mientras respete los derechos de otros; pero sí tengo algo en contra de defenestrar las ciencias biológicas como automáticamente opresoras por demostrar mediante el método científico una verdad.  Y mucho más, tengo problemas con esa idea romantizada sobre aborto, pues  no contempla los derechos del otro, pero por consenso dogmático/ideológico se ha asumido que  abortar está bien y que hasta es "reivindicativo" y que para ello la vida del feto es irrelevante, pero para su hermana ideología de género, ah sí, importa mucho porque supuestamente aporta datos reveladores sobre las opresoras ciencias biológicas.

Quién sabe, el asunto es justificar tales ideas, así como negar otras aún si han sido plenamente comprobadas por la ciencia * (les invito a buscar información sobre la ventana Overton), pero más allá de eso, normalizarlas, implantarlas, normarlas y normalizarlas al punto de que ya vemos cierta la censura hacia todo aquel que osara disentir, y más peligroso aún,más allá de la censura, está el apedreamiento y linchamiento social tan facilitado hoy en día por las redes sociales y por la idea de que "todo depende del punto de vista" y no de los hechos, así se puede caer en un sinfín de injusticias, por ejemplo, catalogar de racista, opresor, machista, cualquier acto que en los hechos no dio muestra alguna de serlo, solo porque a alguien se le ocurre interpretar que lo es y acabar así con la reputación de una persona. Para un ejemplo, ver el caso del profesor expuesto aquí.

Y sobre el asunto de la ciencia, se tiende a desestimarla, en medio de ese ambiente de exaltación del mito y elogio de la sin razón (ver el post referenciado al inicio), se reniega de ella, pues supuestamente esta completamente manipulada por las élites.  

Pero, si existe una gran descreimiento en la ciencia, ¿por qué entonces se la utiliza para pretender avalar prácticas pseudocientíficas usando al antojo y tergiversando sus conceptos y con una pobre y astuta utilización de cierta escasa jerga científica como muletillas? ¿ah porque en ese caso sí sirve para atraer incautos? insisto ¿WTF??? 

Entre estas ideas y prácticas pseudocientíficas esta por ejemplo:  la idea  de que la sola intervención del pensamiento modifica la realidad (a causa de principios hábilmente tergiversados de la mecánica cuántica y obligados a "sustentar" sus propias creencias), así, existen por ejemplo hospitales de sanación cuántica, y ahora se ha dictaminado que casi cualquier cosa es "cuántica" aun sin entender ni lo más básico sobre teoría cuántica real.  Ahí tenemos también a las Constelaciones Familiares, la Bioneuroemoción, Registros Akashicos y demases permeando también dentro de la psicología como si fuersen parte de ella, y que, por mucho que puedan seguirse difundiendo como prácticas netamente espirituales se las promueve hoy como ciencia sin serlo, lo cual les da su carácter de pseudociencias, pues "pseudo" viene de falso, y si te venden ciencia sin serlo, te están dando gato por liebre, en otras, y eso es fraude.   

Así vemos a  los desencantados de la ciencia utilizándola para promover tanto ideologías y sus propias creencias, entre ellas, el retorno del pensamiento mágico que han permeado bastante más en los últimos años como una suerte de "moda espiritual", a distintos niveles y en diversos ámbitos, no sólo en la la psicología, trastocándola como ya vimos, sino que el fenómeno se hace también presente con tergiversaciones dentro de la física teórica y la cuántica,  de la biología, astronomía, geografía, etc.  Se niegan las pequeñas verdades a las que a los largo de la historia y a través de una ardua investigación y del método científico hemos logrado acceder, se las niega sin más; ah pero se toma como verdad absoluta cada pequeña idea que a cada persona se le ocurra tener por más infundada que sea, todo sea supuestamente  en honor a la "tolerancia", incluso aunque afecte los derechos de otros.  Me pregunto, ¿es esa la idea de progreso que tenemos?

Y aquí es donde se pone aún peor... sí, todavía se puede

No conformes con negar la ciencia, en este caso, la geografía y la astronomía con aseveraciones como "La tierra es plana", hoy apoyadas hasta por instituciones municipales, negar la biología, que "cada uno puede ser lo que sea que crea ser"  y tildar a la biología de opresora (un hombre adulto de 50 años por ejemplo puede creerse una nena de 6 y ser adoptado y jugar y convivir a solas con pequeñitas, y es un caso real, a propósito), negar la física aludiendo paradójicamente a ella "la sola acción del pensamiento  altera la realidad", negar la psicología con practicas de índole mística/esotérica de preferencia de influencia oriental, que nada tienen que ver con psicología  (ya las mencioné), además de un sinfín de otros hechos, científicos y cotidianos bañados de toda suerte de pensamiento mágico hasta en el ámbito político/económico "Abogado de Banco Unión acusa a astrólogo de "embrujar" a ejecutivos para facilitar desfalco".

Y no conformes con todo esto y mucho más, las ideas posmodernas de aceptación de todo punto de vista como cierto, (en una trastocada idea de tolerancia o pluralismo), sin importar su fundamento, están cruzando ya ciertos límites que hasta a mí me parecían inimaginables pudieran ser capaces de cruzar.  

¡Horror!  ¡Decadencia total! fue mi primera reacción al enterarme de esto, ¿se pretende ahora normalizar  también la pedofilia?   Así, normalizada la pedofilia, ya ni siquiera el asunto sobre el hombre de 50 años que se cree una nena de 6 años sería un problema, incluso si lo hubiera hecho con segundas intenciones o hasta de frente, y ya  no sólo por el supuesto respeto y tolerancia de aceptar que el hombre es una nena de 6, sino porque además, no habría nada de malo si su interés fuera otro, pues la pedofilia, según una nueva corriente derivada de la ideología de género sería sólo una orientación sexual más que no se ha de satanizar.  Además, no olvidar el hecho de que en ciertas vertientes se aboga por incentivar "experiencias sexuales" tempranas para facilitar el inculcar a los escolares esta ideología de la "igualdad y tolerancia", ¿por qué será no?

A MANERA DE CONCLUSIÓN:

Esto no puede terminar bien cuando en el camino andamos con los ojos cerrados a todo aquello que pueda dar una luz (no hablo de religiones ni de entronizar la ciencia, sino de valorar el uso de la razón, en su justa medida, no como una instrumentalista que cosifica al ser humano, sino una razón crítica).
Ahora se sataniza a la razón automáticamente por considerarla "opresora", y esa idea ha permeado en el movimiento pseudo progresista posmoderno por puro consenso ideológico/dogmático  y se ha acordado, entre otras cosas, catalogar al uso de la razón como no solo opresor, sino automáticamente también como retrógrada, discriminador, todofóbico, etc., o peor, en asumir,  sólo por el hecho de hacer una crítica objetiva hacia ese movimiento, que aquello es un "discurso se odio", y lo hacen sin fundamento alguno para tal aseveración más que el propio dogma, para así coartar todo disenso, cuestionamiento o crítica a tal movimiento o censurarlo de raíz, y eso se hace fácil en base a toda clase de linchamiento social y mediático, como si fuera esto un nuevo ejercicio similar al de la inquisición pero esta vez encumbrado por los nuevos poseedores de la "verdad absoluta"  (y OJO que NO estoy defendiendo ni justificando ningún discurso de odio real, aclaro, con discursos racistas o discriminatorios manifiestos o solapados tampoco comulgo en absoluto).

Me atrevo a pensar que el ser humano, sin humanidad, va a cavar su propia tumba, que la sociedad misma va a acabar por propia mano con su propia cultura y su existencia.
“El siglo XVII tuvo la sabiduría de considerar la razón como una herramienta necesaria para tratar los asuntos humanos. El Siglo de las Luces y el siglo XIX tuvieron la locura de pensar que no sólo era necesaria, sino suficiente, para resolver todos los problemas. En la actualidad, todavía sería una mayor demostración de locura decidir, como quieren algunos, que con el pretexto de que la razón no es suficiente, tampoco es necesaria” (Jacob Francoise, El Juego de lo Posible, 2006)
Hemos llegado a un desarrollo tal que no podemos con él, la idea del vacío,  del descreimiento en viejos relatos al parecer nos ha dejado tan indefensos que hemos visto en 1) el retorno al oscurantismo (observen a su alrededor insisto, el auge del pensamiento mágico como tal y los nuevos fundamentalismos)  y 2) en la barbarie (normalizar lo innombrable) una especie de única salida, "salida" digamos, pero hacia abajo.  Pero el progreso no es reaccionario señores, no va para atrás, el progreso va para adelante.

Esto no parece que  vaya a mejorar, posiblemente  esta "cultura"  occidental que  ya no sabe qué hacer consigo misma esté destinada a desaparecer y autodestruirse en completa podredumbre, desde adentro...





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* El video claramente asume una posición anti homosexualismo, cosa que sinceramente no ocupa mis días; creo que cada quien puede hacer lo que le parezca con su sexualidad mientras esto no dañe ni afecte a otros.   Sin embargo dejo el video aquí por lo concerniente al asunto de la normalización de la pedofilia, ¡estremecedor!







viernes, 15 de marzo de 2019

ÜBERMENSCH - En la búsqueda del Superhombre Nietzscheano...





Comenzaré algo lejos de lo que implica el análisis del Superhombre de Nietzsche. Comenzaré por algo cotidiano y que tristemente no es en absoluto difícil de encontrar en nuestro tiempo.

«No existe en el mundo nadie que quiera a los pobres y a los feos. Nadie quiere aquello que huele a debilidad o a enfermedad, no seamos hipócritas. La “igualdad” y la “tolerancia” son solo para cristianos y socialistas» decía alguien por ahí para justificar su racismo explícito, y digo explícito porque tal persona lo expresó abiertamente y con orgullo, no porque yo lo “intuyera”; afirmaciones aquellas con las que se sobreentiende entonces que según tal visión se estaría dando por hecho, casi como un axioma que ciertos grupos étnicos huelen a debilidad o son pobres o son feos ¿verdad? Para mí, ¡Vaya cóctel de prejuicios!

La búsqueda de justicia, a pensar mío, no es privativa de uno u otro grupo (socialistas o cristianos), si entendemos como “igualdad” a la condición humana y como “tolerancia” al hecho de respetar el derecho de los demás a tener posiciones contrarias mientras estas no atenten justamente contra los derechos ajenos. En este sentido, hablar de igualdad y tolerancia peyorativamente y como ideas de débiles y enfermos y restringidas únicamente a ciertas ideologías (también en un claro sentido peyorativo) como postula semejante "opinión", considero que es tomarse ciertas “libertades” (por no decir otra cosa) y caer en sucesivos prejuicios. La búsqueda de justicia constituye un derecho humano fundamental inalienable de todos los seres humanos, que se lo aplique o no en la vida real es otro tema; como también es otro tema que se hable o no sobre estas ideas “igualdad y tolerancia” entre cristianos y/o socialistas. El tema de la justicia no va de quién la postula, va de que es un derecho inalienable e independiente de la postura ideológica de la persona. Cuando llueve moja a todos, o al menos debería… Evidentemente esta persona estará en todo tu derecho de creer que soy una completa hipócrita por escribir esto, sin embargo, eso no necesariamente significa que esté en lo correcto en su apreciación sobre mí ni sobre ninguna otra persona, sino que claramente, esos juicios pasan y estarán traspasados por la visión que claramente ostenta.

¿Y en qué se basaba esta persona, según ella misma, para hacer tales alegatos? Algunos creerán que efectivamente entendió bien la cuestión, pero otros, como yo, creerán que se alejó de aquellas ideas en las que, en teoría, aquella persona fundamentó tal juicio: la filosofía del Superhombre de Nietzsche.

La persona en cuestión, llamaba posteriormente a desprenderse de constructos sociales impuestos por el cristianismo o socialismo, cayendo irónicamente, es decir, creyéndose completo el constructo social (léase prejuicio) y cayendo en el sesgo de que una raza o un color de piel determina automáticamente la belleza/fealdad, pobreza/riqueza, fortaleza/debilidad o inteligencia de una persona.

Aquellas no son más que ideas que sí, han permeado en muchas sociedades, pero constituyen eso, un prejuicio o sesgo (desviación sistemática y persistente del juicio hacia algo permeado por ciertas inclinaciones específicas que ponen en último plano la objetividad) que nubla la visión. Asumir por ejemplo que "ese moreno feo de está allá debe ser un maleante, o un vago, o un completo ignorante”, qué se yo, siendo que incluso la idea misma de fealdad o belleza constituye un sesgo que como humanos tenemos (lo dice la ciencia), más no somos puramente animales básicos instintivos cuya única idea en la cabeza es “procrear” (a razón de lo cual la ciencia explica dicho sesgo acerca de “la belleza”) sino que somos seres racionales, lo que nos diferencia del reino animal, hablo del tema específico de la “belleza o fealdad”. Sobre el racismo, insisto, las ideas que lo avalan son meros constructos sociales. Lo mismo pasaría por ejemplo con alguien que viste de negro y escucha determinado estilo de música, a decir, metal; según lo cual puede existir la ya conocida tendencia a creer “ha de ser satánico, o drogadicto” o quién sabe cuántos prejuicios más que se elaborarán al respecto. Son prejuicios de los que lamentablemente el mundo hasta el día de hoy no se ha sabido librar; crear estereotipos de la persona alrededor de su apariencia, y todavía peor, determinar cuáles estereotipos son deseables y cuáles no, ideas que atizadas derivan en actitudes discriminatorias y/o racistas, donde se cree casi axiomáticamente en la superioridad (en cualquier área) de un grupo sobre otro sobre la base de la apariencia física; y eso implica, además de un claro sesgo, un prejuicio que hace proclive a quien lo posee, de cometer toda suerte de injusticias en contra de la dignidad humana.

Todavía soy yo hablando, por si las dudas; aún no entro a Nietzsche.

Todo aquello constituye un constructo social arraigado, es decir, una idea diseminada sobre la realidad que no necesariamente tiene nada que ver con ella, un prejuicio y un sesgo, como decía, en otras palabras. Curiosamente sin embargo, todo ello es defendido y justificado precisamente por alguien que dice estar en contra de todo constructo social, en teoría, porque Nietzsche así se lo enseñó. Mi pregunta es, ¿habrá entendido a Nietzsche? ¿No que “la creación de la propia moral”?

No es novedad que la corriente que iniciaron ciertos pensadores adquiriera no uno, sino innumerables matices y por tanto diferentes formas de interpretarla, quizá unos se acercan más que otros al mensaje que el autor pretendió transmitir, quizá ninguno.

Según lo que se sostiene habitualmente, Nietzsche establece que la moral cristiana es la responsable de la decadencia humana, por ello la llama la "moral de esclavos", débiles mentales y parásitos que ansían la desaparición de los fuertes. Establece también por contraparte la voluntad de poder, "la de los amos”. Y sí, lo sostiene pero, ¿a qué se refería?

Interpretaciones sobre este punto pueden llegar a ser extremadamente disímiles. El progresismo posmoderno actual por ejemplo, se cree y crea en el imaginario colectivo que promueve una suerte de "marxismo cultural" (cosa más quimérica esta), y se agarran de Nietzsche para sostener una "nueva moral" y promover así ciertas ideas que no son sino dogmas, por otro lado y esto a manera de dato extra, defienden un relativismo desmedido donde la noción de verdad no existe y de hecho donde la realidad misma llega a pulverizarse y diluirse, pasa al lado del idealismo filosófico donde la consciencia crea la realidad (la idea crea a la materia, la materia no existe si no es observada pues no es independiente del sujeto), uno de los fundamentos por ejemplo, que se maneja sobre la transformación de la realidad a través del lenguaje inclusivo, o la promoción de "espacios seguros" en las Universidades donde la posibilidad de confrontación de ideas no exista para precautelar la slud emocional de los estudiantes. Esta corriente dice basarse, entro otros, en el pensamiento de Nietzsche (¡vaya ironía! justamente Nietzsche, quien repudia tanto la debilidad, ya entraré en eso). Recomiendo en este punto, si gustan profundizar en esta idea leer la entrada Progresismo Posmoderno (Desambiguación). Sin embargo, y continuando con la idea anterior, como dato, el Marxismo para empezar es eminentemente materialista, (la realidad es independiente de la consciencia, del individuo, la materia produce la idea y no a la inversa) y, por otro lado, los Marxistas critican en Nietzsche su supuesto elitismo de mentalidad aristócrata, pues según ellos, aboga por la Burguesía y las clases dominantes.

Es así que unos toman a Nietzsche por uno de los paladines del posmodernismo, que valga recordar, se considera a sí mismo revolucionario; mientras otros, los marxistas critican en Nietzsche una visión puramente aristocrática, la de la clase social dominante que busca someter y pasar por sobre todos los demás, los débiles (a los que refiere como el vulgo) para mantener aquella posición de privilegio, estos movimientos también se consideran revolucionarios pero se encuentran en franca oposición con el grupo anterior pues ni son idealistas, ni ven en Nietzsche a un paladín de su causa sino todo lo contrario. Lo curioso del asunto es que en el imaginario popular, y hasta ellos mismos (el movimiento progresista eminentemente posmodermo), suelen meterse en el mismo saco, bajo el nombre de "Marxismo", para variar.

Es decir, retomando el camino que nos ocupa, unos ven en Nietzsche a uno de los paladines de la "revolución" posmoderna; otros ven en la filosofía Nietzscheana la voluntad de dominio del opresor. Y otros, entre quienes me incluyo, vemos algo mucho más allá de ambas posiciones, algo más noble y elevado, a eso voy...

¿A qué llamaba Nietzsche debilidad? ¿Qué es aquello que Nietzsche categóricamente repudiaba? ¿En verdad odiaba las enseñanzas de Jesús y sus ideas con respecto a los "débiles" (volveremos sobre este punto más adelante) o es que repudiaba las tergiversadas ideas de sus posteriores seguidores y a su feligresía? Aquí entra de nuevo cómo las ideas de una persona pueden trastocarse hasta caer incluso en lo diametralmente opuesto, recordar la inquisición bastará para entender a qué me refiero, asumo.

A pesar de todo, emprendo aquí un intento por aproximarme a lo que creo pudo ser lo que Nietzsche, con su filosofía del Superhombre intentó transmitir... a ver cómo sale.

Para empezar, sí, a mí también me da una especie de náusea mental ver ciertos grupos autodenominados Social Justice Warriors (SJW) que hablan de tolerancia y cuestionamiento hacia el sistema mientras no son capaces de cuestionar sus propios dogmas y son crudamente intolerantes y lapidarios con todo aquello que salga de tales dogmas. Pero no hay que apresurarse, no solamente existen dos bandos:

- Supuestos revolucionarios SJW y ”progresistas posmodernos” que, en su dogmatismo y con sus “incuestionables” métodos están lejos de representar a la palabra progreso o
- El egoísmo más acérrimo que pisotea la dignidad y derechos de quien sea en una mentalidad mezquina por subir a como dé lugar, y que además creen que absolutamente todo lo que dicen los SJW debe ser, automáticamente, una falacia.

No, existen otros caminos, otros colores, uno de ellos el camino del criterio propio, el raciocinio y la empatía (que no están peleados) y que obviamente no va a comulgar fanáticamente ni convivir con ninguna de tales posturas. Sólo lo aclaro, por si acaso.

Para empezar ¿sabían que Nietzsche repudiaba a los propios alemanes? Si, a los arios y blanquitos alemanes, (esos que para algunos, a entender de visiones como la de la persona con quien inició el post, al parecer representan todo lo bueno, deseable y decente...), los repudiaba y los ponía también en el saco del rebaño, de esa "peste" que asola el mundo, para resumir (algo bastardo el resumen pero bueno, no quiero desviarme demasiado por las ramas).

Según lo que pude rescatar de la lectura de Nietzsche, la debilidad que vio como inadmisible, además de la física en cierta medida-que explicaré más adelante- (lo cual es un poco paradójico por su propio final, que obviamente él jamás hubiese querido para sí mismo), consiste eminentemente y sobre todo en una debilidad de carácter, debilidad ideológica, de voluntad y de criterio propio, es decir, todo aquello que por definición va en contra de esa voluntad de poder de quien tuvo a bien reconocer como el Superhombre. Es decir, criticó y repudió profundamente el hecho de regodearse, por decirlo de algún modo, en la propia debilidad,

Por lo general, aunque pudo ser racista, no lo niego ni pretendo entronizarlo sino más bien, escarbar en su filosofía, su desprecio hacia la debilidad física no venía de su crítica hacia un grupo étnico o por el color de la piel per se (aún siendo verdad que detestaba a los alemanes), sino más bien de una crítica hacia la debilidad de carácter que hace con respecto a la masa al resignarse y refugiarse en tal debilidad como si esto pudiese ser algo “bueno”, así como criticó a quienes atizan tales actitudes desde la conmiseración de la moral cristiana. Claramente aquello no es digno ni representa al Superhombre. Es así que su crítica parte de una crítica a esa debilidad de espíritu e ideológica que convierte al ser humano en parte del rebaño cristiano y extrapolando, parte del rebaño del o los sistemas imperantes (y sus constructos absurdos).

Tanto es así que no sólo no asociaba tal debilidad a un color de piel, sino que despreciaba profundamente además el antisemitismo alemán, al punto que decía que había una grandeza tal entre judíos (en tanto grupo humano, la religión judeo-cristiana es otro cuento que siempre aborreció), que jamás había encontrado entre los decadentes alemanes. Por otro lado y sirva esto como dato, las enseñanzas de Jesús el mismo Nietzsche las consideró muy valiosas, reconoció a su persona como un hombre que se había superado a sí mismo, en cambio, sobre la religión que se erigió detrás de su imagen, manifestó que "Lo último que sería Jesús si volviera a vivir, sería ser Cristiano". Revelador, ¿no les parece?

Es decir, la debilidad física y de espíritu la despreció no por viejo loco, sino porque la creía indigna del Superhombre, de su espíritu superior y su voluntad de poder (algunos asocian aquello con un desprecio hacia el vulgo, y sí, pero no por vulgo, sino por conformarse y regodearse en esa sumisión y debilidad de carácter indigna de un espíritu superior que ni siquiera entienden y, valga aclarar, tal cosa no dependería de la piel sino de la voluntad de Amo y no de rebaño).

Aquí ya cambia un poquito la visión sobre lo que a priori suelen sostener como puro y llano desprecio por "lo débil" sencillamente porque sí, cuando se toma la filosofía de Nietzsche como pretexto para ser abusivos y pisotear al otro (personalmente considero eso un acercamiento por demás somero a su filosofía, algo así como sólo ver la punta del iceberg y quedarse con ello), siendo que lo que él no soportaba era la debilidad de carácter, que "el vulgo" no tuviera ni de soslayo la voluntad de espíritu y la entereza que tiene el Superhombre de ver su verdadera naturaleza y su condición donde jamás admitiría ningún tipo de vejación ni compasión hacia su persona, mucho menos se regodearía en ello. Alguien que, adquiriendo consciencia de su posición y de su poder, aspiraría a más, a algo que la masa en su enajenación de sí mismos y de su voluntad no puede ver. El espíritu del hombre superior, aquel del que también habla Hesse en sus escritos, no consistiría entonces en una mentalidad simplemente burguesa como algunos teóricos suelen indicar, el espíritu superior del Superhombre va mucho más allá.

No despreció al débil porque sí, sino la actitud de regodearse en la debilidad, siendo que el Superhombre, por su naturaleza, está destinado a más. Es más, a modo de dato curioso, Nietzsche, en todo hombre sabio, llegó a ver incluso cierta suerte algo distinta de debilidad... más adelante abordaré levemente el asunto para explicarlo un poco.

En este sentido, creo yo, su filosofía es algo mucho más noble de lo que se suele entender y de lo que se plantea por ahí. Por ejemplo nunca vio con buenos ojos ese estado terminal donde por ejemplo se necesita asistencia de todo tipo para seguir existiendo, ni siquiera viviendo, porque eso no sería, según él, una vida digna. Es algo polémica o puede resultar incluso chocante su visión (que defendía incluso el suicidio y la eutanasia), pero por muy extravagante que sea e independientemente de lo que opinemos al respecto, sepamos ver que lo hacía no porque una persona enferma o abusada le pareciera un ser inservible o detestable como algunos creerán, sino porque la nobleza y divinidad del Superhombre no podía admitir y tolerar tales vejaciones hacia la dignidad del individuo, y obviamente NO porque las promoviera como al parecer hacen algunas personas nombre suyo -o como el personaje de quien hablo al inicio-.

Según pude leer en su obra, Nietzsche consideraba que el hombre había perdido totalmente la noción del Superhombre y su destino mucho más elevado que este, por eso el hombre que toma conciencia de su grandeza, es decir, el Superhombre se supera a sí mismo y es entonces que decreta que Dios ha muerto, porque no lo necesita más, porque él mismo es un ser ya elevado cuya moral no será ya dictada por un ser que la religión imperante llama Dios. Pone entonces por encima la voluntad del Superhombre y su autodeterminación en la creación de una nueva moral más allá de lo que la Iglesia y otras Instituciones humanas denominaran bien y mal. Es aquí donde nace el individuo que se determina a sí mismo desde sí, y es creador además, de su propia moral. Es decir, plantea la ya conocida idea de la “transmutación de los valores” sobre la propia autodeterminación del Superhombre. Podría sonar esto chocante, pero la idea que tenía sobre la debilidad de quienes buscan compasión y no poseen esa voluntad típica del Superhombre nos encamina nuevamente hacia lo que podría significar esa trasmutación. Se habla entones de la moral del Señor, aquella que no es sumisa sino que ostenta, orgullosa esa voluntad de poder.

En el ser masa que no ha comprendido ni mucho menos aprehendido al Superhombre en cambio, Nietzsche veía al gran rebaño, sin voluntad, sin dignidad; una muchedumbre que se permitía la debilidad de la enfermedad o de ser objeto de todo tipo de vejaciones sin acabar con su triste existencia (suena loco y extravagante lo sé, pero sigamos...) y morir gloriosamente como lo haría el Superhombre o al menos respetablemente; y no así en ninguna miseria, no solo material sino de carácter con que se ha resignado a vivir esperando un salvador que lo rescate. Es decir, ve al hombre débil que repudia no en un grupo étnico (aún siendo que despreciaba a los Alemanes), sino como aquel ser alienado, ese rebaño que no ha sabido darse a sí mismo a valer, que necesita que piensen por él, que le indiquen una moral a seguir, un camino a tomar e incluso a buscar que alguien más llegue a salvarlo, pues no es capaz de ver la posibilidad del Superhombre y de su elevado destino, es así que ese vulgo, enajenando, ha abdicado a vivir pues no tiene voluntad, se ha anulado y mimetizado en la masa que no comprende al Superhombre y no entiende tampoco su potencial.

Una cosa es que no soportara las miserias del ser humano siendo que el Superhombre está destinado a algo mucho más elevado, otra es que promoviera que, para llegar al Superhombre este se sumiera o sumiera en el fango a algún grupo por simples cuestiones de piel; la debilidad que odiaba era la de espíritu (por decirlo de alguna manera), la ideológica. En realidad su filosofía parece más un llamado al Superhombre pero dirigida a aquellos que pueden entenderlo, asimismo se traduce en una bofetada hacia el hombre común y alienado que no quiere salir de ese lodazal ni busca alcanzar al Superhombre. Según él, el Superhombre es tan elevado y digno que jamás se permitiría las bajezas de los débiles, ni mucho menos se rebajaría a ser compadecido por nadie, no lo necesita, pues tiene esa voluntad de poder.

Es decir, y esto lo digo solamente yo, en una sociedad donde solo existiese el Superhombre, si analizamos, tampoco serían admisibles las vejaciones hacia la dignidad como vemos por todos lados hoy en día, el despellejarnos despiadadamente unos a otros porque en un estado de aceptación de la propia naturaleza elevada y vigorosa se reconocería en la otredad también esa condición de ser humano evolucionado y su dignidad; se lo reconocería en su naturaleza elevada y se reconocería que este está también consciente de cuan alta y elevada es su naturaleza y su sino. Se respetaría, creo yo, la dignidad de los semejantes altivos, elevados, nobles, poderosos, orgullosos y desligados de las bajezas del hombre común, lejos de necesitar o generar compasión, lejos de seres indignos que se matan y ultrajan unos a otros solo porque no alcanzan a ver nada más. ¿Una especie de sociedad utópica? Quizás…

Recomiendo en este punto una lectura, "La Raza Futura" de Lord Lytton, donde se muestra un estado de conciencia quizá superior donde la sociedad que se escribe evoca incluso alguna suerte de socialismo utópico, donde la cooperación y la armonía en una sociedad mucho más avanzada que la nuestra incluso tecnológicamente es posible. Aunque muchos han considerado esta obra como influyente para Hitler con aquello de la visión suya de una “raza superior” (de hecho yo misma creo que tal vez haya sido influyente, pero sobre interpretaciones ya sabemos que las visiones pueden llegar a ser incluso diametralmente opuestas, así que no, defiendo aquí a Hitler ni a sus métodos ni remotamente), considero que es una fuente importante para hacerse una idea sobre aquello a lo que posiblemente Nietzsche pudo referirse a través de sus postulados con respecto al Superhombre. Esta obra además, muestra una nueva moral basada no en una religión sino en ese estado superior del ser.

En ese sentido, si alguien aspira al Superhombre, habría que empezar, creo yo, por reconocer no ya la dignidad de un ideal Nietzscheano (el Superhombre en cuestión) sino, la dignidad propia del hombre real que, haciéndose más consciente de su naturaleza ha superado todos esos vicios y bajezas que defienden algunos a nombre de grandeza y lo cargan a la cuenta de Nietzsche. ¿No que creadores de su propia moral?

Evidentemente Nietzsche repudiaba los constructos sociales que mantienen sometido al individuo, sin capacidad para pensar por sí mismo, seguro en sus dogmas y actuando sin dudar amparado en ellos, pero nunca, que yo sepa, habló de la debilidad en el sentido que algunos le dan, como determinado por la piel. Al contrario, creía incluso que el hombre sabio podía ser muchas veces débil, pero en otro sentido, puesto que en su mano, en su actuar, cabría siempre la duda; es entonces que muchas veces aquel hombre con tal grandeza se vería en su caminar completamente sólo. En cambio en el hombre sometido, en aquel que no piensa por sí mismo; los constructos sociales y sus dogmas le habrían dado la fuerza para sostener actitudes casi fundamentalistas, violentas, avasalladoras, una "fuerza" falsa (por eso las comillas) y, por otro lado, la comodidad y seguridad de permanecer entre las masas, esa masa amorfa, débil y alienada; y donde esa aparente "fortaleza" radica no en su voluntad de poder sino todo lo contrario, en su falta de voluntad, en su autoanulación, en su resignación y en su decantamiento por la ignorancia (es decir, la que se elije) y lo peor, que se solazaría en ella.

Así de descontextualizada creo que puede estar su obra, así de abismal puede ser la distancia entre las interpretaciones que se hace sobre su filosofía y su concepción del Superhombre en una sociedad a la que evidente y lamentablemente le cuesta demasiado comprender qué es eso de "la naturaleza elevada", "el espíritu superior ", la voluntad por sobre el adoctrinamiento o algo tal simple y concreto, y esto lo digo yo, como la dignidad del ser humano, esa cuestión que parece permanecer más desconocida aún que la materia oscura, tanto es así que la sociedad actual parece hacer de la vista gorda, como si no existiera, pues no la toma en cuenta.

Quizá sobre éste análisis e interpretación que hice me equivoque, pero al ver cómo ha sido tomado el Superhombre para justificar todo tipo de mezquindades y bajezas indignas de un ser tan elevado y voluntarioso, sinceramente pienso ¡pobre Nietzsche!, pues creo yo, bien podría estar revolcándose en su tumba...

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BIBLIOGRAFÍA:

NIETZSCHE, Friedrich. "Así hablaba Zaratustra"
                                         "El Crepúsculo de los Ídolos"
                                         "El Anticristo"
                                         "Humano, demasiado Humano"
                                         "Ecce Homo"

LYTTON, Edward B.   "La Raza Futura"