miércoles, 15 de agosto de 2018

Sobre los animales, animalismo y antianimalismo...


Antes de nada aclarar que aquí no sólo tocaré un punto, tocaré varios en referencia a esta cuestión... pues vamos a eso.

PRIMERA PARTE: Ojos que no ven...
Si somos estrictos, matar a un pollo para comerlo o a un perro por saña sigue siendo matar, cierto, pero saber que muere un pollo, una vaca o un cerdo (no lo estoy justificando por comodidad mía OJO! si es que siguen leyendo) para luego llegar a la mesa, aún siendo esto un hecho, no es precisamente algo con lo que se viva o conviva directamente, sino que el hecho de que llegue a la mesa de esa manera es no sólo casi tácito sino también algo arraigado culturalmente; y como casi nadie lo hace en persona simplemente pasa, ni se piensa en eso, lo consumen y al final todo aquello obviando y evitando para sí  mucho del  proceso.    Pero no me malentiendan, no lo estoy justificando, yo misma soy vegetariana hace más de 12 años, sin embargo, aunque no lo comparta ni lo justifique en esa medida que acabo de mencionar, lo entiendo.  Se deja que  suceda por costumbre, y otras veces por la comodidad y simpleza de no tener que pensar cómo es que es posible comer sin carne en una cultura dónde no sólo hacerlo no es habitual, sino que sería además un salto brusco por lo exagerado, según algún nutricioista que leí por ahí,de su consumo en nuestro medio.   Al no presenciarlo quizá por generaciones y más allá se haya hecho costra, muchos ya son indiferentes al asunto, por otro lado, quienes si lo ven de cerca, ven muertes y condiciones deplorables muchas veces, es verdad, ignoro lo que piensen o sientan si se haya hecho costra o ni siquiera pensaron jamás en eso o si la necesidad de un trabajo es más; aún así...   dudo que vieran impávidos destripar en vida al animal, ¿o sí?   Pero ¿A qué viene esta referencia? A cierto caso sucedido en mi país, donde cierta carnicera,  asesinó y de forma desalmada destripó vivo a un can que, por hambre, había de robarle un pedazo de carne. 

No, no estoy diciendo por doble moral ni a conveniencia que uno es justificable porque "es" para comer y el otro no, para nada, soy vegetariana ya lo dije,  pero eso no hace que me vende los ojos ante la realidad de cosas tan arraigadas como una forma de vida, y saber primero que no todos verán su trasfondo, no todos se lo preguntarán, o no a todos realmente les preocupará pues tendrán prioridades otras como la supervivencia suya y de su familia (otro cuento son quienes disfrutan de ver sufrir a un ser vivo o simplemente les da olímpicamente lo mismo).  Por otro lado, por mucho que se las vea y afecte la forma de ver las cosas,  en primer lugar no son costumbres o formas de vida que han de romperse a base de condena y señalamientos (y no somos  nadie para juzgarlo), y segundo no me vendo los ojos ante la realidad de que  es imposible abstraerse al sistema del todo, es triste, es desesperanzador, pero es la verdad.

SEGUNDA PARTE: El repudiado caso de la carnicera, voces que condenan su proceder y otras que condenan el proceder de la justicia al detenerla... 
Cada uno hace lo mejor que puede desde donde puede y en tanto puede... y eso, llevado conscientemente, si se hace con convicción y no por moda o adoctrinamientos (que al parecer hacen más daño que bien)  tiene su valor.   Ahora, destripar a un animal en vida realmente dudo que pueda ser "lo mejor que alguien pudo hacer", independientemente de ser animalista o no, vegano o no, etc., por simple humanidad es un acto totalmente abusivo, cruel y desalmado destripar así a un ser vivo, eso no es cuestión ya de ignorancia o pobreza como se alega por ahí para minimizar ese horrible acto;  he visto gente muy pobre que  jamás, por propia mano, con premeditación, saña, con total conciencia  y control de sus actos cometería semejante cosa aun cuando si su bolsillo se los permite comieran un trozo de carne, jamás, así no hay justificativo para un acto tan desalmado.    Digo, poniéndome en el lugar del animal preferiría mil veces me mataran de un tiro en la sien antes de que me destriparan viva y me dejaran agonizando quien sabe cuánto tiempo con el desangramiento, infección, dolor y todo lo que semejante salvajismo conlleva, y creo que ustedes escogerían lo mismo pues la segunda opción sería  demasiado cruel para cualquier ser humano y obviamente también para cualquier animal. 

Entiendo perfectamente la indignación que  existe contra supuestos seres nobles que por ejemplo defienden la vida y dignidad animal pero por propia mano y en primera persona cometen atrocidades contra su prójimo, lamentablemente eso también es real, pero indignarse en contra de eso nada tiene que ver en este caso con minimizar por causa de tales incongruencias el horrible proceder de esta señora, eso sería caer en una especie de ad hominem, ya que ciertos individuos que defienden a los animales son malvados con su prójimo, entonces quienes condenan el acto de la señora deben ser también falsos y el acto que cometió contra el animal justificable.  Pues NO, lo uno nada tiene que ver con lo otro creo yo por el simple hecho de que semejante proceder como el de destripar en vida a un ser vivo sólo muestra nuestra carencia total de empatía, y lo mismo sucede por ejemplo cuando un supuesto SJW,  "progre"  posmoderno o animalista por ejemplo abandona o maltrata a sus padres ancianos, no se puede creer en tal nobleza cuando sin mosquearse puede hacer tanto daño y con plena conciencia a un ser que siente de igual forma que nosotros sentimos.   De hecho ambos casos sólo refuerzan el hecho de una carencia abrumadora de empatía pero con poses nobles que sólo irradian a un grupo en específico y que atenta contra los demás (me vino a la mente la idea de comportamientos sectarios, discriminatorios, etc.).  En tales casos existe obviamente una impostura, una moral que  es pura fachada porque en primera persona, directamente y en total control de sus actos ayuda a un ser con una mano y destroza a otro con la otra, no hay coherencia ni nobleza real en tales actos más allá quizá del ego de sentirse como un ser "virtuoso" más en medio de esta nueva ola o nueva moda de virtud y conciencia light tan contradictoria.

Saben de memoria que yo misma repudio esas fachadas, me asquean, pero eso no impide que pueda ver  sus causas (independientemente de sus actos) como algo justo.   Me explico, apoyo la equidad en el trato y oportunidades de acuerdo al esfuerzo, apoyo la igualdad de acceso a condiciones básicas de supervivencia como primordialmente salud y alimentación, creo en la libre expresión (no libre agresión), en respetar los derechos y ejercer los propios siempre que no interfiera o afecte los derechos de otros.   Creo en la necesidad igualdad de oportunidades de acceso a la  educación, creo en la no discriminación por cuestiones de raza, religión, sexo, etc. , pero creo también en tales cosas como principios de vida, no como imposturas del tipo el aborto es reivindicación femenina, si no apoyas el aborto eres machista o el feminismo es vegano, si comes carne apoyas al heteropatriarcado y eres homófobo si  realmente no creo en nada de eso pues más que hechos, son dogmas casi sectarios de algunas ideologías.  Así, tampoco voy a caer en lo contrario, pensar que si ciertos grupos animalistas son sectarios y tienen doble moral y yo no soy sectaria ni tengo doble moral, entonces voy a apoyar a quienes por simple deporte hacen daño a los animales, así muestro mi descontento con tales grupos, NO, eso sería caer en otro tipo de  dogmatismos pero a la inversa. 

Está bien, es cierto que ciertas actitudes de los nuevos "virtuosos" y nueva "policía de la moral" hacen a sus causas más daño que bien, pero, a ver, para eso está el criterio, la objetividad, el raciocinio y otras cosas, aprendamos a separar las cosas; una cosa son las causas en sí, otra las enrevesadas o incongruentes actitudes que sus más alborotadores o ruidoso autodenominados "exponentes" puedan exhibir.  Aprendamos a separar, insisto, no hacerlo sería como caer en otra especie de ad hominem:  descalificar una causa justa sólo por tener diferencias con quienes las postulan, en este caso, diferencias  morales con sus exponentes y con las actitudes personales incongruentes que puedan tener.   Hacer eso es lo más fácil, pero es caer en lo mismo que se critica, perder todo sentido de autocrítica hacia el propio bando, por decirlo de alguna manera. 

Jamás apoyaría la idea que algunas personas sostienen con referencia a que los animales no tienen derechos.   Es verdad que humanizarlos es casi tan atroz como animalizarnos nosotros, somos lo que somos, sin embargo no puedo evitar que mi corazón se rompa cuando veo que uno de ellos sufre hambre, abandono o abuso lo cual no implica que no me pase también con mis semejantes.  Creo que como seres racionales que somos a diferencia de los animalitos, nuestra responsabilidad radica precisamente en ese privilegio, tal que podamos velar también por ellos ya que ellos no pueden velar por nosotros más que por simple instinto, pero nosotros a través del raciocinio y la empatía con un ser que aunque no razona como nosotros, siente algo más que sólo dolor físico, que ya de por sí esto último, el dolor físico es indudable.    

Ahora, lo verdaderamente cuestionable me parece el torpe y manipulable proceder de nuestra justicia, violadores, asesinos, etc., en las calles y la señora inmediatamente presa, no digo, y en esto también discrepo, que esté mal que se la haya detenido pues actuó con saña contra un inocente que no pudo discernir "creo que no debería robar ese trozo de carne por normas de convivencia y porque daño la economía de la señora carnicera",  pero ella sí que pudo discernir el dolor y daño que le causaba al pobre animal y no le importó.   

Como decía, no digo que esté mal a mi modo de ver que la detuvieran, lo estúpido del asunto me parece que nuestra maravillosa justicia actúe de oficio sólo cuando ve la presión de una moda, porque lamentablemente lo es cuando se ve por ejemplo un supuesto ser consciente animalista abandonando a su padre anciano o cometiendo actos repudiables que desmienten tal supuesta conciencia que no es otra cosa que una "conciencia" o "espiritualidad" light enlatada, vendible y de escaparate, lista para usarse y muy atractiva en estos tiempos posmodernos además.    Ah, pero cuando no existe moda que haga presión, claro, una fianza (por no decir otra cosa) lo "soluciona" todo.     Aquí para mí lo deleznable es la conciencia light, la falta de criterio y coherencia de nuestra justicia, y no así que la señora esta asumiera las consecuencias de sus actos, y no lo digo sólo por sensiblería  (es claro que ella no sintió la más mínima empatía por el animal) como seguramente lo considerará algún dogmático del otro lado, sino porque, incluso siendo meramente prácticos y dejando de lado la empatía que claramente no es el fuerte de la señora en cuestión, existe una ley de protección a los animales, y la doña ni siquiera en eso, ni siquiera en su propio pellejo, pensó.

TERCERA PARTE: Sobre juicios, condenas y "doble moral", quien esté libre de culpa que lance la primera piedra...
Ya en otro punto, juzgar y condenar  a quien por ejemplo ama a los perritos y come carne de un animal que no mató con sus propias manos, que no vio ni mucho menos destripó vivo, es una prerrogativa que  se dan quizá sólo quienes creen tener la autoridad moral para hacerlo, para catalogar a quienes no comparten su dogma de seres dormidos, retrógradas, ovejas adoctrinadas (vaya ironía), etc.,  aun si dañaran a su prójimo conscientemente o por causa precisamente de esa supuesta superioridad moral que creen que adscribirse a ciertos movimientos en apariencia revolucionarios creen que les da automáticamente, sólo por ser feligreses,  sin darse cuenta que todos TODOS estamos inmersos en este sistema, nos guste o no y nos guste o no lo alimentamos de una u otra forma, indirectamente incluso y no apoyo la idea de que así sea, sólo trato de ver la realidad objetiva por mucho que me desagrade.   Y por mucho que  existan ilusos que  se consideran "antisistema" y viven de condenar al resto del mundo caído, la realidad es que existen veganos usando zapatos de cuero porque es lo que encuentran en los comercios, personas usando celulares y haciendo activismo a través de ellos mientras  alguien en algún lugar del mundo está sufriendo explotación y muerte por causa de los insumos para fabricarlos, etc.   Seamos realistas, no se logra nada condenando a quien no comparte la misma ideología que uno o a quien no consideramos tan espiritual, noble o revolucionario como aquella ideología lo dicta, no se logra nada por muy humanistas, filántropos o veganos o ambientalistas que nos creamos.  

Por otro lado, siendo pragmáticos, no veo realmente lo productivo en condenar de esa manera, y no lo digo porque me esté defendiendo a mí, les recuerdo que soy vegetariana.   El problema es que con esa manera de juzgar y condenar recuerdan a la peor época de la Iglesia, a aquella que llevó adelante la Inquisición contra todo aquel que osara ejercer su capacidad de librepensamiento; sí, justamente a  aquella iglesia a la que tanto critican los progresistas actualmente, o cuando menos traen también a la mente a fanáticos cristianos que lejos de mostrar el amor que dicen profesar pretenden convertir al género humano a como dé lugar no al cristianismo, sino a su propia religión que consideran, cada cual según su propia adscripción, la única poseedora de toda la verdad, se creen superiores y que todo aquel profano a sus creencias y prácticas se quemarán en el infierno...   Ese tipo de fanáticos lejos de ganar adeptos a su religión lo que hacen es ahuyentar a las personas del cristianismo en general por causa de una secta o de algunos fanáticos en particular, lo mismo pasa con los grupos más ruidosos de animalistas,  pues en ambos casos están colaborando a crear ideas no sólo equivocadas sino totalmente peyorativas con respecto a la corriente que dicen defender y que en teoría profesan.   

No es cuestión de que te pudrirás en el infierno si no haces tal o cual cosa, no hay amor en ello, sólo veo miedo y el más acérrimo egocentrismo, todo sea por salvar TU propia alma, como tampoco veo nobleza en acusar de retrógrada, ser dormido, oveja del sistema, etc., o tachar de machista heteropatriarcal (según las nuevas ideas del feminismo radical más ruidoso) a todo aquel que sin una malicia inherente aun comiera carne.   Creo que esa no es la idea ni deja ver en absoluto la superioridad moral o espiritual de la que se jactan, al contrario la deja muy en entredicho.   La cuestión es  abrazar ciertos valores  porque los comprendemos y nos identificamos con ellos, pero aun al margen de ello, y aceptémoslo sin ofuscarnos, todos tenemos un bagaje cultural distinto que también interviene al momento de  determinarlos.

Personalmente sí creo en el respeto a la vida, no sólo la de los animales sino también la de las personas, creo importante el salvaguardar la dignidad de la vida humana y en proteger la del que no puede defenderse, apoyo la idea de un mundo sin violencia pero eso NO se consigue con violencia, con censura, con intimidación, con señalamientos y condenas, ni a base de linchamiento social.

Cada persona es un mundo y su camino y su tiempo también lo es y si ha de transitar cierto camino  o no, a eso no se puede obligar (mucho menos utilizando el miedo como medio) y si llega ese día, todo llegará su ritmo y en su momento.   Antes que condenar  mejor mostrar razones con  criterio;  pues el fundamentalismo, el adoctrinamiento (nadie lo necesita, necesitamos aprender a pensar) y el fanatismo en cualquier corriente  por muy noble/espiritual que se crea nunca llevó a nada bueno.

Y si alguien realmente logra hacer algo no será en base a condenar al otro, puede que sea  uno en un millón pero no, eso no es consuelo, porque el mal de muchos sería un consuelo de tontos;  a lo que me voy es que, aun de forma indirecta, es virtualmente imposible no alimentar un sistema corrupto porque estamos ya demasiado inmersos en él, ¡hasta el cuello! y eso tampoco es en absoluto un consuelo, pero si una pildorita de realidad, creo.   Así que si seguimos en plan condena, la próxima recuerden dejar de usar sus celulares entre otras cosas, antes de llamar hipócrita a quien procurando el bien por ejemplo de perritos, pueda aun comer carne.

Así pues no, nadie está en capacidad de juzgar ese tipo de cosas ni tiene el derecho legítimo de hacerlo tampoco, incluso menos aun si consideramos el hecho de que muchas personas ni siquiera tienen acceso a lo básico para su supervivencia como  para estarse planteando si comer carne o no o a quienes afecta, algunos están demasiado ocupados intentando sobrevivir, no importa si es arroz puro todos los días o si alguien les invita un trozo de carne, de hecho lo agradecerán;  pero de ahí, a hacer daño por gusto es muy distinto, eso no es juzgar como tan alegremente hacen ciertos grupos veganos a todo aquel ser caído que según ellos goza de la explotación animal 

En cambio, hacer daño con premeditación y alevosía, por propia mano, ya sea porque simplemente te importa un pepino el dolor ajeno o procurando causar el mayor daño y dolor posible es algo que tranquilamente todos podemos decidir y controlar si hacer o no, y hacerlo a pesar de todo no lo concibo sino como un síntoma de esa carencia total de empatía de que vengo hablando,  típico de alguien  que no siente la más mínima empatía por quien con su mano y conscientemente está destrozando por puro quemeimportismo o por puro gusto, y eso independientemente de a quién se inflija el daño, independientemente de ser o no animalistas, de ser o no veganos o lo que sea que se les ocurra, creo que es inhumano, sea que  se lo haga en contra de un ser humano o de un animal; sin pretender establecer supremacías, así que no me linchen.    

Pero una cosa si es cierta, se supone que entre los seres vivos los humanos somos los inteligentes, los que  tienen raciocinio suficiente y más que ningún otro ser vivo que lo hace sólo por instinto, para cuidar de su entorno y de los suyos;  y aun así no hacemos más que destruirnos (y condenarnos) entre nosotros y a nuestro entorno.    Por lógica si fuésemos aun más humanos considero que todo lo demás caería en el lugar que le corresponde, pues no sólo pasa con indefensos animales como en este caso, sino que vivimos en una lucha encarnizada donde moral, social y económicamente, unos a otros nos destripamos vivos...

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