jueves, 5 de octubre de 2017

El polémico Símbolo Comunista/Cristiano (El regalo que Evo Morales le dio al Papa)


Partir primeramente del hecho de que el famoso, polémico y tan mentado símbolo fue un tallado concebido por el extinto Sacerdote Luis Espinal para promover no otra cosa sino RECONCILIACIÓN.

La historia detrás del obsequio

Sin embargo, pocos de ellos sabían la historia detrás del obsequio. El "crucifijo comunista" es en realidad una réplica de una talla que el sacerdote jesuita Luis Espinal Campos realizó en la década de los 70 para expresar la unión del mundo cristiano con las ideas marxistas.
Espinal además fue cineasta y periodista. Murió asesinado después de ser torturado durante horas por agentes paramilitares. Dirigía en aquel entonces (1980) un semanario de línea editorial izquierdista denominado "Aquí"
*http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150709_morales_papa_crucifijo_bolivia_ao


Visto de ese modo, y conociendo quién fue Luis Espinal y cómo se dió a sí mismo en vida ¡y con qué compromiso! tanto a la iglesia como a la reivindicación de los derechos humanos de los trabajadores,  adquiriendo la simpatía incluso de grupos comunistas; tomando en cuenta todo ello, realmente no creo que tenga en sí mismo nada de malo; ahora, si el regalo hubiese sido solamente un crucifijo creo que evidentemente sería esa una actitud hipócrita, de haber sido en cambio una bandera comunista o un símbolo con el puño en alto o la hoz y el martillo, eso si hubiera podido considerarse como una afrenta, en mi opinión.

Que el presidente tenga o no esa actitud conciliadora o sea sensato que por su historial lo llevara, es decir aludir a un Ad Hominen, eso no voy a  hacerlo ni a discutirlo acá, pero fuera de ello es indudable, a mi modo de ver, que el haber utilizado un símbolo de reconciliación entre cristianos y marxistas, si hablamos de diplomacia (y fuera cualquier otro presidente sin tan larga cola que le pisen) algo mucho más honesto, moderado y adecuado;  hasta por esa misma diplomacia, mucho más que asumir posturas y caretas hipócritas de devoto católico o por el otro lado, mostrar los dientes contra la Iglesia en una situación como aquella.

El hecho de que existan muchos prejuicios y miramientos al respecto, pues era de esperarse, lamentablemente hoy en día no suele faltar la insana ultrapolarización y extremismo (a cual más dogmático,  cada uno a su modo obviamente), sin embargo, todos somos libres de alejarnos o no de nuestras propias inclinaciones al momento de realizar una crítica o dar una opinión objetiva al respecto, el no hacerlo ya es decisión (mediada por el estres que produce la disonancia cognitiva, muchas veces).

Por otro lado,  las aseveraciones del presidente al hablar del retraso en el país y cargarlo todo a cuenta de la iglesia y luego gastar millones en traerlo claro que pueden ser y de hecho personalmente creo que son contradictorias, por lo que aclaro que en este apartado, única y exclusivamente me refiero al hecho de la entrega del "martillo cristianizado" por parte de un presidente autdenominado socialista a un líder de la Iglesia, independientemente de sus colas de paja (no voy a caer en un Ad hominem, insisto).  Me refiero solo a ese hecho cuando digo que obrar de otra manera hubiera podido ser hipócrita o agresivo debido a los rimbombantes  discursos de la actual administración de ser un (autoproclamado) gobierno socialista y pachamamista como estandarte principal y distintivo frente a una institución religiosa.

Es por eso que considero, al contrario de la gran mayoría, según lo que he visto,  que lo único más o menos sensato a nivel del diplomacia que podía hacer un gobierno que se hace llamar socialista y laico y que curiosamente gasta millones en traer al mayor representante se la iglesia católica, fue precisamente utilizar aquel símbolo de reconciliación (independientemente de la congruencia que el hecho pueda o no tener con respecto a su proceder como gobierno) pues mostrar una actitud de conciliación es obviamente, visto desde afuera donde, intento situarme, lo más "amable" y diplomático en éstos casos, a pesar de la polémica que pueda generar especialmente en sectores cerrados y ultraconservadores de la iglesia así como dentro de los más acérrimos y extremos defensores del comunismo.

Por otro lado, independientemente de si sea o no hipocresía, la conciliación como concepto, más allá  de ser un gesto diplomático creo que es en sí un mensaje muy rescatable, pues ante todo, antes que los dogmas e ideologías, antes de ser izquierdistas,  derechistas, católicos, cristianos o ateos, todos, TODOS somos ante todo humanos.  Hubiese sido lindo que alguien rescatara un mensaje que no fuese tan destructivo como toda la confrontación que está generando el hecho.

PD. Personalmente  no creo en la religión ni en la política (léase politiquería), al menos no por cómo ambas son manejadas en la práctica; como una respuesta a este mundo calamitoso...

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