lunes, 4 de diciembre de 2017

Hablemos sobre lenguaje: metalingüística e ideologías


Hoy en día, en medio de las ideas posmodernas en boga y en aras de una supuesta "revolución" progresista, con su correspondiente y supuesto "progreso moral", prácticamente todo lo que a cada individuo se le antoje puede ser catalogado como políticamente incorrecto, y aunque entiendo perfectamente que como humanos podemos ser y de hecho somos vulnerables y podemos ser heridos ante ciertas situaciones o contextos, pero  ensalzar la autovictimización (sin razones sino al contrario, a través de dogmas que así lo han consensuado) y hacerlo como si fuera automáticamente un referente o parámetro indiscutible de nobleza, es algo muy diferente y que realmente no entiendo bajo ningún concepto. Es decir, eso es una historia aparte, esa autovictimización nada tiene que ver con toparse con algún infame que anda por la vida hiriendo por puro deporte.   Esa autovictimización sin motivos reales, sino catalogada como tal por causa de consenso (dogma) ideológico sin sustento lógico más allá de ese mismo dogmatismo, según veo, es lo que está sucediendo cada vez a mayor escala, cada vez más a menudo y cada día con mayor aceptación, tanto que la psicología ha pensado un nombre para el fenómeno, el de "la generación copito de nieve", donde el sólo hecho de opinar distinto al individuo de tal generación o de sus dogmas ideológicos de turno se tornaría automáticamente (y sin razón de peso obviamente) en una ofensa o agravio.  Les invito a buscar por ustedes mismos sobre este fenómeno.   Pero lo más extravagante del caso es que ahora hablar, sí, el sólo hecho de hablar apropiadamente es también, para algunos, "ofensivo".




En el marco del respeto, hasta podría decir que entiendo el que muchas personas prefieran esto de la corrección política aun si luciera forzada o llena de eufemismos, lo entiendo, aun si no compartiera plenamente sus premisas. Pero tomando en cuenta la realidad actual donde casi cualquier cosa puede ser ofensiva, incluso hablar o escribir correctamente, o lo mismo puede resultar ofensivo tanto ceder un asiento como no hacerlo, dependiendo de misteriosos y prácticamente aleatorios factores que inciden en catalogar tal acción como machista tanto si un hombre lo hace como si no; así, en ese contexto, es algo que realmente no entiendo bajo ninguna lógica, y menos entiendo que se pretendan imponer ideas que, según el propio discurso "inclusivo", no a todos nos representan, y además, según he visto, todo ello llevado con banderas de un sentimentalismo light vendible y muy atractivo por cierto, (muy diferente a la sensibilización y reflexión que lleva a una toma de conciencia que se muestre auténticamente comprometida con el respeto y la dignidad humana) pero con proyecciones reales de imposición y poder ocultas, por lo que pude ver. Y es así como el polémico tema sobre nuestra lengua supuestamente dicriminatoria y las aberrantes "soluciones" que se proponen ante tal supuesto entran en escena y, como era de de esperarse, con actores que la defienden férreamente como con aquellos otros que ven en tal propuesta serios sesgos y problemas de base importantes.


PRIMERA PARTE: 
Sobre el amor por las letras y la lengua y los postulados y deconstrucciones ideológicas que los condenan por ser "discriminatorios"

Sobre el amor a las letras y los prejuicios ideológicos que las ultrajan tal vez debería titular el presente apartado; y adelanto que más tarde daré un vistaso sobre cómo es que se propone ultrajarlas y destruirlas sin ningún fundamento ni base lógica y coherente . Por lo pronto, esta parte puede contener apreciaciones subjetivas mías, como el amor que tengo por las letras y el arte del bien hablar y utilizar nuestra maravillosa lengua, advierto, sin embargo que mi crítica no se limita ni enmarca solamente en tales consideraciones subjetivas, en absoluto.

Particularmente esa "solución" facilista y aberrante para la lengua castellana hace sangrar mis ojos (y arrugarse un poco mi corazón), además de lo ilógico y arbitrario que resulta tanto manoseo arbitrario a nuestro lenguaje por postulados que ven lo que quieren ver, donde quieren ver, por las razones que quieren ver, aun ignorando por completo el origen, manejo, etc., de aquello contra lo que se vuelcan... es decir, claramente me refiero al hecho de que se desconoce por completo el idioma al momento de postular aquellas aberraciones, ¡cómo es eso posible! lo desconocen pero lo juzgan, prejuzgan, catalogan y ultrajan, hacen lo que les place con nuestro hermoso idioma y nuestra valiosa lengua castellana que más allá de ser una simple herramienta de comunicación, representa un recurso (y legado cultural a la vez) invaluable, como cada lengua del mundo y, como tales NO guardan en sí mismos relaciones de poder de una suerte tan básica como "si termina en A alude al sexo femenino, en O al sexo masculino y si en E incluye a todos" como se le pretende achacar, aquellas son formas gramaticales que se desarrollaron durante siglos y guardan relación con el género gramatical, ¡Ojo! GRAMATICAL al que aluden, y no necesariamente guardan relación con el sexo biológico, ni con a la autoidentificación con una u otra preferencia sexual o identitaria, y por otro lado, varía en cada idioma sin que ello guarde relación alguna con el sistema de "dominación patriarcal" en que se desarrolle o no esa sociedad. Por otro lado huelga mencionar que un sustantivo por ejemplo masculino no necesariamente va a guardar relación con algo tan simplón como la vocal en que termina, ejemplo, "el agua" termina en A pero pertenece al género masculino. De la misma manera con el resto de palabras que hacen alusión a una persona, el lenguaje, no guarda ese tipo de relaciones entre su estructura, así que no podemos interpretar las función de adjetivos, artículos y participios si los desconocemos solamente en base a suposiciones cuyo fundamento no es más que ideológico, el lenguaje NO es en sí mismo perverso ni discriminatorio porque esos son repudiables rasgos y prejuicios que residen en la mente humana, ESO es lo que deriva en acciones discriminatorias, y no así la estructura gramatical del lenguaje la que las crea quién sabe por qué misterioso fenómeno ni tampoco las contrarresta, o al menos no se ha planteado ninguna prueba objetiva excenta de bases meramente ideológicas que avale tal conjetura que, para fines ideológicos se suele tomar como una verdad irrefutable por sus paladines y acérrimos defensores.

No veo realmente cómo hablar correctamente esté coartando en la cotidianeidad los derechos de nadie así como no veo tampoco que decir por ejemplo "les senadores, les esposes o les activistes" esté incidiendo en modo alguno en que las relaciones de poder, desigualdad, violencia, etc. que no niego, se vean afectadas de forma alguna, y mucho menos, de fondo. No veo cómo a través de una "solución" de forma se llegue a afectar un problema de fondo y mucho menos que tal "solución", que dicho sea de paso se manifiesta terriblemente mal planteada (si se hubieran hecho estudios lingüísticos y sociológicos todavía lo pensaría, aun así estoy segura que la propuesta no sería tan facilista como es el simple hecho de suponer y tergiversar al antojo el idioma, sin ningún criterio base o fundamento realmente sólido), mucho menos que tal intento de "solución" decía, tan arrebatado y lleno de sesgos y suposiciones pueda incidir en la consecución de objetivos tan elevados como una verdadera justicia e igualdad social lo requieren. Como decía, no veo que esa neolengua incida realmente de modo alguno para tales fines, a no ser claro, que se crea en ello por un mero acto de fe en la irrefutabilidad de postulados y/o preconcepciones ideológicas que lo sustentan, lo cual no hace, sino exponer ciertos sesgos cognitivos (¿no era que el posmodernismo llegaba a abolir los dogmas?); e ideas que precisamente hoy en día al parecer son las que llevan a medio mundo a sentirse ofendidos por prácticamente cualquier cosa.

No, la maldad y lo discriminatorio radica en el corazón y la mente de las personas, así que manosear al lenguaje no tiene pies ni cabeza a mi modo de ver y mucho menos tomando en cuenta que no se lo hace desde el conocimiento sobre lo que se pretende modificar, sino desde simples conjeturas y lo peor, "nuevos dogmas y creencias" disfrazados de revolución.

La violencia, discriminación y la desigualdad son evidentemente un problema, pero es un problema de fondo que tiene que ver con el ser humano, sus valores y/o antivalores, incluso muchas veces es enseñado como algo inherente a una cultura, el caso de medio oriente (no pretendo ahondar en eso ahora), otras veces implemente tienen que ver con el egocentrismo o los ideales de éxito que nos han vendido, esa carrera encarnizada por ese concepto de éxito implantado e impuesto desde afuera, desde el mismo sistema, casi como parámetro único para alguien poder ser tomado en cuenta como individuo "funcional" o productivo para la sociedad (que al parecer tristemente hoy se limita a la capacidad de producir y generar dinero) la violencia tiene que ver con ese tipo de carreras encarnizadas, con luchas de poder, subyugando a ellas la dignidad y los derechos humanos, tiene que ver con tantísimas cosas y varios otros factores, pero ¿con el idioma? ¿será entonces que aquellos idiomas cuya diferenciación por ejemplo entre profesiones es casi nula (el inglés por ejemplo) puedan denotar una sociedad con mayor igualdad de oportunidades en el ámbito laboral? Por supuesto que no, y esto es así porque realmente no puede verse al lenguaje como causa, ni aun lejana, de esos problemas; ni tampoco verse en su modificación arbitraria una especie de solución a los mismos, mucho menos aun manoseándolo de una manera carente totalmente de conocimientos acerca del objeto que se pretende modificar, de sus usos, origen, significado, etc., aplicar aquellas medidas supuestamente correctivas es como querer afrontar un problema de fondo con pseudo soluciones (aberrantes ademas) tan sólo de forma. La violencia y desigualdad no son cosas que se puedan solucionar con respuestas tan facilistas y aberrantes, y para peor, propuestas por personas que no precisamente han estudiado idiomas, ni lingüística ni ningún campo del saber relacionado; si fuera el caso creo sinceramente no se estaría destrozando palabras según la particular idea que de ellas que se pueda cualquier persona (típica característica posmoderna eso sí, ahora uno puede ser cualquier cosa que se imagine ser, por ejemplo), y creer de paso que tales ideas y cada una de ellas son igualmente correctas, según interpretaciones particulares que un grupo se ha imaginado sobre su origen, raíces, composición y significado, basándose únicamente en nada más y nada menos que en prejuicios propios y, en este caso inherentes a una ideología.

Tal como escuché alguna vez a alguien decir "Filosofía, viene de dos conceptos", (ni siquiera hablaba de raíces u orígenes etimológicos) "filo=cortar, sofía=persona del sexo femenino", si en esas estamos, podríamos alegar que casi cualquier palabra pueda significar lo que sea que se nos ocurra que signifique y así pretender cambiarla y tacharla (como en el caso de la pobre Sofía siendo cortada) por ejemplo de palabra machista o misógina, entre otros, cuando en realidad tal interpretación no es más que una terriblemente mala interpretación y sólo denota la falta de información con respecto a la palabra, sus usos y significado (además de ciertas tendencias ideológicas claro). Manosear de esa manera algo tan hermoso y noble como nuestro idioma y obviar el hecho de que su uso correcto es todo un arte al reducirlo a burda y simple herramienta, y lo peor herramienta malévola y discriminitaroria lo veo como un arquitecto pretendiendo cambiar el procedimiento para realizar alguna operación médica porque considera tal procedimiento antiestético o que no cumple ciertas características de espacio. ¿Acaso tendría alguna razón de peso para hacerlo? ¿Acaso alguna idea de lo que está haciendo? ¿acaso no habría destrozado el procedimiento? Finalmente, ¿por qué se infravalora tanto nuestro hermoso y rico lenguaje? es decir, ningún arquitecto por osado que sea se atrevería a iniciar semejante empresa, porque uno, no es su ámbito y tendria la honestidad de reconocer que lo desconoce por completo, y dos, porque su concepto de estética y del uso de espacios nada tienen que ver allí, con una cirugía médica que cumple con otros fines y pertenece a otro ámbito. ¿Por qué se toma entonces el lenguaje como cualquier cosa? como algo que se puede ultrajar al antojo de ignorantes en el asunto (no es un insulto, hablo de ignorar o desconocer algo) como si los expertos en lingüística, en letras, y otras ramas no fueran profesiones que valen, como si no fueran realmente respetadas, como si su objeto de estudio fuera cualquier cosa, ¿cómo es que se lo pueda manosear a gusto y antojo sólo porque sí, y peor aun, que se le pueda adjudicar a su estructura (según la ideología) y claramente desconociendola por completo, características éticas y morales que claramente NO residen más que en las propias personas?

Todavía es un verdadero placer escuchar y leer a aquellos que le hacen justicia a nuestro rico lenguaje, pero ¿cómo lo hacen? Pues con conocimiento de causa, no a la ligera como se pretende cambiarlo. Acusarlo de discriminatorio y como fuente de las conductas erráticas de la humanidad lo veo como un intento facilista y alocado por explicar y solucionar un problema de fondo con medidas que sólo son de forma, y nó solo un intento facilista, debo decir, sino también uno fallido, explico por qué...

El correcto y elevado uso del lenguaje es algo sublime, es arte, al menos para quienes nos deleitamos en su uso... y su manoseo libre y sin ningún criterio (sino al gusto del cliente), ni ningún conocimiento real con respecto al mismo como "postulado" ideológico, un despropósito.


SEGUNDA PARTE:
Sobre el absurdo de una "gramática" artificial y forzada

Ahora bien, siendo lo más objetivos posible y muy al margen del respeto que podamos demostrar por el lenguaje, creo que es bastante claro y obvio, pues salta a la vista que no se consigue nada sino corromperlo, complicarlo, y generar AHORA SI brechas y diferencias con ese vano y afanoso intento de representar al universo nombrando uno por uno a sus componentes, ¿se podrá llegar a no omitir a nadie de esa manera? ¿se podrá de verdad? Digo, en ese estado de las cosas fácilmente podrían aparecer uno o mas sectores que no se hallen representados o plenamente "identificados" con la multitud de neologismos (por no decir otra cosa) tales como tod@s, todxs y todEs. Yo podría ser un ejemplo, ¿o es que ese "amplio" lenguaje "inclusivo" se limita a intentar representar solamente cada orientación y autoidentificación sexual más no otros tipo de preferencias e inclinaciones personales? Es decir, sime incluye a "todo el mundo", ¿cómo ha de incluir a quienes ese tipo de lenguaje no los representa? En mi caso, no me siento representada con esas palabras ultrajadas porque no las conozco ni reconozco siquiera como palabras, mucho menos que me representen porque no existen más allá de preconcepciones ideológicas sobre el lenguaje que noy comparto; si se me antojara entonces manifestarme, puedo decir, según la lógica que sus mismos defensores usan, que me estarían discriminando ¿verdad? Pero claro, eso no pasará porque muchos de nosotros que no comulgamos con esa neolengua claramente no vamos a caer en semejante sesgo, y por otro lado no pasará no porque realmente ese lenguaje cumpla con algún propósito inclusivo exitosamente o porque realmente funcione, sino porque IDEOLOGICAMENTE han convenido y acordado sus adscritos que es así, y han sido sus defensores condicionados a aceptar aquellos llamémosle "neologismos" (y estoy siendo condescendiente) como más representativos e igualitarios que la existente TODOS por ejemplo, basándose únicamente en eso, en su ideología y el consenso de sus adscritos, en su dogma, que es lo que tienen en común, en lugar de ver por ejemplo que la palabra "todos" implica e incluye a TODOS (incluso por simple economía) y representa a cada persona independientemente de su orientación, sexo, creencia, cultura, etc., no se limita únicamente a una preferencia u orientación sexual o identitaria; si comprendemos eso, no existe tal discriminación en el lenguaje, pero claro, por simple consenso ideologico eso no lo aceptan y entonces la "solución" que proponen llega a ser peor, porque llega directamente a abrir brechas, a generar distinciones, todos y todas, luego no, eso está mal, digamos tod@s, o mejor aun todxs, pero tampoco funciona, a ver, pongámosle, todEs... y así toda una retahíla de nunca acabar porque de pronto ven que sus "neologismos" (y sigo siendo amable al llamarlos así) abren nuevas brechas y nuevos posibles ofendidos y cada vez presenta mayores problemas e inconvenientes tales como la imposibilidad de pronunciarse, lo cual no hace sino generar más dificultades, complicaciones, brechas y sectores "no incluidos" según su propia "lógica"; y así, lo que se suponía debía erradicar los supuestos "problemas" de nuestro lenguaje llegó a generarlos, y aquella supuesta "solución" que iba a generar inclusión, igualdad, unión y demases, llega a abrir brechas y a crear cada vez nuevos "no incluidos" y nuevos problemas. Ahora, imaginen como sería intentar complacer con esa lógica a todos aquellos que, levantados en protesta, hoy no se sienten identificados por el uso de la X @ o E, ¿lo imaginan? Seguro se podría hablar de más y más discriminación por doquier (según su lógica) ¿verdad?. Felizmente dudo mucho que vayamos a caer en tales sesgos, ya lo dije antes. Y es así como su supuesto, totalmente innecesario y aberrante lenguaje "inclusivo", si somos rigurosos bajo su propia "lógica", termina excluyendo, paradójico vuelco para una supuesta "revolución" (como suele pasar con las "revoluciones" posmodernas). Pero bueno, ya sabemos por qué, para sus defensores, tal discriminación simplemente no existiría, por consenso, porque en su ideología han acordado que aquello no es discriminación, así como cada quien decide su propia idea y su propia "verdad" sobre la realidad, la justicia, etc., como tan "bonito", "noble" y complacientemente lo dictan los tiempos posmodernos obviando toda lógica.

Por otro lado, y obviando nuevamente el respeto y amor por las letras que podamos tener; resulta totalmente contradictorio, contraproducente y una verdadera sin razón (aunque lamentablemente en estos tiempos eso es exaltado) la idea de cambiar nuestro lenguaje bajo únicamente preconcepciones ideológicas, bajo esos parámetros, ideas y suposiciones que lo desconocen por completo (y lo mismo pasa con la supuesta "fisica cuántica" esotérica, sus defensores no conocen un ápice de física ni de cuántica, alteran lo que dicen sus principio para forzarlo a avalar ideas propias y aun sin entender en absoluto esos principios todavía osan decir que sus ideas preconcebidas son "física cuántica) y todo bajo únicamente un dogma; pero no importa, ya se pusieron de acuerdo, y sólo por eso creen que es cierto y que funciona.

Y por otro lado, si vamos a imaginar que a) todo adjetivo o sustantivo es en esencia machista por llevar la letra O al final (como todos, ingeniero, ser humano) y feminista los que terminan en A o los que fuerzan a terminar en A o (ingeniera, una ser humana, ciclista o el innecesario todos y todas o su variante tod@s), b) que la mayor inclusión es el género neutro que según inventaron y convinieron entre unos cuantos usa X o termina en E, y que también por tanto los más inclusivos son aquellos adjetivos y participios que efectivamente terminan en E (todes, persone, cantante, presidente, alcahuete) y c) que los sustantivos masculinos discriminan; podemos llegar a interesantes conclusiones lógicas:

- En los países anglohablantes existe mayor justicia social e igualdad porque gran parte de sus adjetivos y sustantivos tiene un género neutro (all, engineer, lawyer, singer, beautiful)

- Existen profesiones en nuestro medio que son "victorias" del feminismo como ser ciclista, artista, futbolista, pianista, etc

- Existen unas cuantas profesiones y ocupaciones "conscientes" pues son esencialmente "inclusivEs" así como algunos adjetivos, perdón adjetivEs como ser presidente o comediante, ser alguien consciente, ser decente o incluso ser displicente o decadente (y en ese mundo no existe la noción sobre participios activos). Sin embargo de todas maneras pasa que por algún misterio sólo en estos casos la E no es TAN inclusiva como en otros, así que según la lógica (ilógica) de este lenguaje se prefiere (arbitrariamente) las formas presidenta, estudianta o comedianta para referirse a una mujer en ese cargo u ocupación (aunque lo más correcto según esta lógica quizá sea decir mujera). Finalmente,

- Cuando alguien es machistA en realidad está siendo feminista, así como el feminismO ha deser en realidad machista al ser un sustantivo masculino.

Pero como sabemos, ninguna de esas conclusiones a las que lleva este tipo de lenguaje aberrante tiene un ápice de lógica en verdad ni guarda relación alguna con el mundo real porque es en esencia un planteamiento sin pies ni cabeza, por decir lo menos. Lo peor, que nace desde lógicas impositivas que en teoría lo que buscan es rescatar los derechos pero lo que hacen es pretender imponer sus juicios y el uso de su neolengua disparatada, sí imposición so pena de ser catalogado por estos nobles justicieros como un monstruo privilegiado que justifica y defiende la discriminación basándose en absolutamente nada. Si gustan ver curiosos y clarísimos ejemplos sobre esto que digo, no duden en escribir.

Y bueno, finalmente que crean lo que quieran con respecto al lenguaje supuestamente cambiado la realidad (lo respectivo ya creen muchas personas con respecto a su supuesta y mal llamada "física cuántica" dónde supuestamente el pensamiento altera la realidad, como con la peligrosa idea de Coelho "conspirando a tu favor"), que crean lo que les plazca, están en su derecho; el problema es que ahora si por ejemplo eres o tratas de ser una buena persona, respetuosa, empática, ayudas desinteresadamente o tienes un sin fin de cualidades, al parecer nada de eso importa, nada de eso cuenta si no usas esa "propuesta" de lenguaje aberrante... digo "incluyente", pues resulta que sólo y únicamente por no estar de acuerdo o no usarlo para buena parte de sus defensores te conviertes automáticamente en un monstruo retrógrada, machista, misógino, discriminador, homofóbico, ultraconservador y fascista a pesar de no comulgar con ninguna de las ideas correspondientes a tales apelativos, los mismos que lo único que pretenden es descalificar a la persona como lo peor de la raza humana, y el peor ser humano a aquel que no esté de acuerdo con los nuevos dogmas posmodernos que se postulan y que poco a poco adquieren cada vez más relevancia social, porque irónicamente eso es lo que veo que son, dogmas. ¡Qué ironía! ¡muchos dogmas para luchar contra la imposición de algún viejo dogma... ¡linda respuesta posmoderna! ¡qué haremos!

EL LENGUAJE NO ES EN SÍ MISMO PERVERSO NI DISCRIMINATORIO, LO DISCRIMINATORIO RADICA EN EL CORAZÓN DE LAS PERSONAS QUE LO UTILIZAN...

Y finalmente, como decían por ahí y sólo para tomar en cuenta "No es lo mismo un cargo público que una carga pública"




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