Los memes que comparto al final de esta entrada los saqué de páginas y contactos que difunden el pensamiento indígena (no el pensamiento indigenista/posmo/progre/neohippie, o el supuesto "pachamamista", pachamamón según algunos, incluidos los propios indígenas).
- Que los indigenistas/posmo/progre/neohippies solitos se autoinvitaron para intentar entender, o mejor dicho "dar forma", desde afuera, al pensamiento indígena, sin participación indígena, sino según sus propios sesgos, imaginario y lo que la academia internacional planteaba como tal (según se imaginaron también, o qué sé yo). Algunos seguramente lo hicieron con alguna dosis de buena fe, no lo dudo; otros se subieron al carrito por moda (una ya precocinadita por la academia internacional, no lo olvidemos); pero otras "escuelas", instituciones, empresas y organizaciones, entre otros, lo hicieron lo por meros intereses político partidarios y de poder; y aquí entra la siguiente ironía...
- Que cual bicho oportunista, el MAS (partido político de Evo Morales y supuestamente pro-indígena) montó también el carrito aquel y aprovechó muy bien esa tendencia posmoindigenista/místicoancestral para posicionar su discurso político: 1) institucionalizando y dando preponderancia a esa tendencia posmoderna ya en crecimiento en Occidente y, 2) instrumentalizando (y al mismo tiempo ninguneando) propuestas indígenas propias; pretendiendo además adueñarse de las causas y lucha indígena como si hubiesen sido y se consolidasen desde entonces como "su propiedad", y para colmo, todo ello muy a pesar de que nunca estuvieron allí. El pasado del MAS y de Evo Morales era claramente sindical, algo muy alejado de las luchas de movimientos indígenas de entonces y previos.
Lo más llamativo, enfatizo aquí, es que el MAS ni siquiera rescató algo de esos movimientos indígenas con pensamiento político propio (no más allá de la propaganda de ser supuestamente su "adalid"), sino que institucionalizó precisamente aquellas ideas foráneas inculcadas en la Academia occidental desde Europa y Estados Unidos que tanto dice "combatir", y para peor, prácticamente ninguneando el pensamiento propio o solamente aprovechándose e instrumentalizándo sus símbolos para rédito político propio.
Ahora algunos datos históricos para contextualizar y comprender lo que digo...
Un poco de historia, lo que sucedió con los movimientos indígenas en Bolivia.-
- El vocablo wiphala tuvo sus variantes Huipfala, Huiphayla o Huifala y como tal cuenta con registros de nombres y usos similares a los actuales desde finales del siglo XIX, tal como el propio término “indígena”, que surge recién durante el mismo siglo, indica el historiador Jhosmane Padilla. Esto significa que ya existían registros de la wiphala no mucho después del surgimiento de la actual tricolor.
- Se encontraron escritos sobre la huipfala desde el año 1871. Por su parte, el periódico El Estado, en su edición del 22 de Enero de 1901, en su página 3 recoge por primera vez la palabra impresa “Huiphala”, en el marco de su uso generalizado como símbolo por parte de los indígenas.
- Después de la Guerra del Chaco (1932), comienza a extenderse mucho más la identificación de la wiphala como una bandera Aymara. Ya aparece en la prensa nacional con esta significación. Y ya a partir del Congreso Indigenal de 1945 se llega a una especie de consenso y ya no se la concibe solamente como bandera Aymara sino indígena.
- A partir de los años 60 se comienza a hablar del término "descolonización" desde la academia y los Organismos Internacionales (ONU, UNESCO). Se promueven entonces desde allí una serie de congresos y foros por los derechos de los pueblos indígenas (como recurso adicional para ubicar este entramado, dejaré en otra entrada en breve un pantallazo acerca de cómo se empezaron a promover este tipo de ideas progresistas durante cierto periodo de guerra ideológica).
- Lo anterior se desarrolló al margen de Germán Choque Condori, quién fue parte de la segunda generación del MUJA y más tarde, en los años 70, estandarizó la forma y colores de la wiphala tal y como la conocemos hoy. Sin embargo, no se debe olvidar que como concepto de bandera cuadriculada reivindicativa ya existía casi un siglo antes de él. Choque la estandarizó como una propuesta política e intelectual totalmente válida para gestionar un símbolo previamente aglutinador de la lucha indígena, es decir, no lo hizo arbitrariamente, sino sobre la base de elementos que ya gozaban de cierto reconocimiento y legitimidad histórica, si bien no ancestral, sí desde hace casi un siglo atrás para aquel entonces.
- Choque Condori, conocido más tarde como Inka Waskar Chukiwanka, también introdujo otro tipo de elementos simbólicos, el Calendario y Año Nuevo Aymara, ambos también con connotaciones reivindicativas y como parte de una lucha política alejada del Pachamamismo esotérico teóricamente "socialista" que conocemos hoy desde el MAS y su "socialismo del siglo XXI"
- Posteriormente, con los colores y configuración estándar dada por iniciativa de Choque Condori, el uso de la wiphala se expandió desde Bolivia hacia el extranjero, sobre todo a partir del Congreso de Ollantaytambo en Perú (27 de febrero - 3 de marzo de 1980). Si quieren saber más sobre la wiphala pueden picarle a esta entrada.
- Entre los años 50 -70, la wiphala era defendida internacionalmente por delegados de Bolivia del MITKA y del Perú (MIP, especialmente), pero el resto de delegaciones la rechazaba y renegaba contra este símbolo porque se adscribían a su bandera nacional o las de la izquierda, según indica el historiador y partícipe de uno de los movimientos indianistas de entonces, Pedro Portugal. Ese fue el caso por ejemplo del MRTK, agrupación politica que incluso llegó a impedir el ingreso de indianistas del MITKA a la Asamblea Popular del 71, cuando gobernada Torres.
"En ese período los indianistas sufrían asaltos por parte de militantes de izquierda, quienes veían con aprehensión un movimiento universitario que no se refería a la lucha de clases en su defensa de los indios. Las agresiones a golpes y las quemas de Wiphalas no eran cosa rara.” (Portugal y Macusaya).
- Sin embargo, más tarde y por simple conveniencia, algunos de aquellos personajes se subieron al carrito de los mal llamados "socialistas" del masismo, e irónicamente hoy son conocidos internacionalmente por ser "defensores y reivindicadores" de la wiphala. Así de falsos, oportunistas y convenencieros han sido algunos de los más acérrimos militantes de la cúpula del MAS.
«En la UMSA nosotros debatíamos, por ejemplo, con Pablo Solón, quien era entonces un tipo radicalmente marxista y trotskista, conocía mejor la historia de la revolución rusa de la ex Unión Soviética que nuestra realidad y que actualmente es uno de los mejores portavoces de los ‘movimientos indígenas originarios’ en escenarios internacionales.» (Moisés Gutiérrez, citado en Portugal y Macusaya)
- Así es como muchos de los contrarios al indianismo y a la wiphala llegaron a ser militantes y funcionarios del Movimiento al Socialismo, quienes hoy, irónicamente y como parte sustancial de su discurso político, la defienden.
- Esa misma instrumentalización que se hizo con la wiphala se maquinó también con respecto a otros símbolos, tal como es el caso del ahora llamado "Año nuevo andino/amazónico/chaqueño", originalmente, "Año nuevo Aymara", cuyo impulso e inserción a las prácticas y ceremonias indígenas actuales con un carácter eminentemente místico/esotérico//telúrico/ancestral (cuasi New Age) ha sido promovido por el pachamamismo manipulador del MAS (posiblemente ni ellos mismos se crean lo que hacen), todo, por supuesto, a partir de las consecuentes visiones posmodernas de la "academia". Sin embargo, esta noción, como se dijo antes, fue impregnada recién a partir de los años 80 por cierta asociación de académicos influenciados por sus estudios posmodernos y quien sabe qué otras ideas. Es decir, indigenistas (no indianistas, que es muy distinto) imbuídos de ideas que nada tenían que ver con lo que planteó Choque (pero tomando y trastocando su idea) e impregnados también por los "esfuerzos" de congresos (también eminentemente posmodernos) promovidos por el academicismo extranjero y otros organismos internacionales durante los años 60 (durante la guerra fría, guarden ese dato), implementaron estas nuevas concepciones en torno a su celebración.
- En su origen, años antes, relata Choque Condori, su verdadero introductor e ideólogo, tanto el calendario como el Año Nuevo tenían un carácter eminentemente político, como una declaración de un proyecto propio y reivindicativo de los indígenas que se separaba de las prácticas que trajo la colonia, sus celebraciones, su calendario gregoriano, etc. Así que se podría decir que lo que hoy conocemos como "Año nuevo Andino" nació recién allí, con esa visión indigenista posmoderna que nada tiene que ver con la realidad y multiplicidad de visiones indígenas en nuestro país ni con lo que pensadores indígenas habían planteado al introducirlo.
- Y contrario a la creencia popular sobre alguna suerte extraña de "paganismo" andino ancestral donde supuestamente tales ceremonias ya existían hace milenios, en realidad incluso hubo resistencia por parte de los pobladores de Tiahuanacu cuando Choque quiso implementar la celebración del Año Nuevo Aymara porque tales prácticas (celebrar el año nuevo en junio) no existían antes, al punto que lo llamaron "diablo" porque para ellos esas eran ceremonias ajenas a su vida cotidiana y además, reprobables en un entorno donde confluía un sincretismo local pero a la vez fuertemente católico, tal como muchos indígenas lo siguen siendo hoy: si bien challan con el Yatiri enseguida buscan también la bendición del cura y le bailan al Señor del Gran Poder, a la Virgen, o le dan su cigarro al Ekeko mientras rezan a otros santos.
- El MAS, de esta manera, se autoatribuye el rescate de supuestos símbolos milenarios, ahogando su verdadero origen y significado no solo en el desconocimiento, sino en múltiples sesgos y mitos que hacen que hoy se le atribuya a la wiphala, erróneamente, un supuesto carácter de "invento del masismo", incluso metiendo en el saco del MAS a pensadores indianistas que en realidad nada tuvieron que ver con dicho partido, sino que preconizaban una lucha política propia y ajena a la agenda política del MAS.
- Y para seguir enmarañando aún más el asunto, todos aquellos sesgos derivan en que en el imaginario popular se reduzca y limite la lucha y la causa indígena al proyecto político partidario del MAS, pues se instaura, especialmente en estamentos opositores más fanáticos que críticos, el sesgo y prejuicio de creer que toda expresión indígena responde automáticamente a dicho partido y a su agenda, creencia que lejos de incomodar al MAS le beneficia y ha de agradarle en gran manera, pues eso solo robustece su falso discurso de supuestos "aglutinadores y representantes" de la causa indígena.
- Un dato extra, un poco al margen pero necesario, para contextualizar la participación de los actores en torno a la enarbolación de la wiphala: ni Choque ni el Mallku fueron nunca militantes del MAS. Se puede revisar y comprobar eso fácilmente en las listas de asambleístas de cada año, a ver si alguna vez figuraron como parte de ese partido como erróneamente se suele difundir; al contrario, ambos fueron críticos severos del MAS, y eso es plenamente verificable. Incluso Choque en más de una ocasión dijo que ese partido destrozó la lucha indígena y el Mallku a los Ponchos Rojos masistas (que fueron creados de forma paralela como todas las organizaciones paralelas que crea el MAS cuando no puede comprar a sus dirigentes), solía llamarlos Ponchos Azules, porque no representaban a la organización legítima.
- Otro dato interesante es el interesante devenir del pensamiento de una figura referencial de gran importancia para el indianismo, Fausto Reinaga quien, según Macusaya y Portugal tuvo 3 fases: primero marxista, luego indianista, y finalmente pachamamista (época en que por influencia de la academia europea mistificó la lucha indígena que en sus inicios constituía una lucha política). Según el propio Reinaga, sin embargo, durante esta fase fue simplemente “reinaguista”. En esta etapa se codeó más con pensadores europeos (muy probablemente eran posmodernos, y esto es una presunción mía debido al giro que diera su pensamiento) que con los propios indianistas. Sin embargo sus libros siempre fueron fuente de concienciación. Se le criticó, por otro lado, su simpatía con gobiernos dictatoriales militares como el de Banzer o García Meza: “Los Amautas producen el pensamiento, y las Fuerzas Armadas, celosas guardianas de la comunidad, vigilan y se encargan que: el pensamiento sea acto y el acto pensamiento.”
El meollo.-
Hoy, la "Nueva Izquierda", aquella eminentemente posmoderna que gobierna nuestro país ha asumido e implantado como si fuera propia y local esa corriente Pachamamista importada desde la academia europea que, curiosamente, etiqueta todo otro saber no posmoderno como "eurocentrista", siendo que el posmodernismo a nivel cultural que ha exportado a occidente tiene también un gérmen europeo, mas al parecer, uno, el único que parece lícito sin ser nombrado como tal.«Es una ideología importada sobre lo indígena, sin participación del indígena, y para usufructo político propio.» (Portugal, 2024)
Todo ello, valga recalcar, se dio en un acto manifiesto (y muy conveniente) de aproximación y adscripción del MAS al progresismo posmoderno que se deleita en usar eso de la "ancestralidad" a diestra y siniestra y en buscarla y "hallarla" donde no la hay, y si no la hay, pues se la inventa... Y el MAS, ha sabido aprovechar más que bien lo mainstream de esa corriente hoy en boga para difundirla e instaurarla no solo en el imaginario popular sino también en sus políticas públicas.
Por eso, no son coincidencia las actuales celebraciones ultraesotéricas/místicas/telúricas ancestrales del año nuevo andino/amazónico/chaqueño/plurimulti, mismas que se inventaron en una asociación de académicos (o hippiecitos, quién sabe) de antropología (si no me equivoco) de la UMSA, influenciados por los estudios posmodernos/indigenistas de su carrera. Ellos tergiversaron el año nuevo Aymara que había propuesto un grupo indianista años antes con pensamiento político propio a partir de la propuesta de Germán Choque Condori del movimiento MUJA.
Indigenismo a nivel Occidente.-
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PS. Que conste que yo no hablo por nadie, simplemente retransmito lo que aprendo y que proviene de lo que aprendí de los propios movimientos indígenas -que no los "indigenistas", "decoloniales", "pachamamones" (como ellos mismos le suelen llamar), etc-.